Juan C. Morales labora en Lácteos San Antonio, donde se hacen productos más sanos. Foto: Xavier Caivinagua/ EL COMERCIO.
El etiquetado de semáforo en los alimentos comienza a variar. Algunos productos de consumo masivo han pasado del rojo (alto en azúcar, grasa y sal) a un amarillo (medio) y hasta verde (bajo).
Esto gracias a que las empresas han modificado sus fórmulas para hacer productos más saludables. Las bajas ventas que han experimentado, desde que se instauró el etiquetado, ha influido, según sus representantes. Macafri, por ejemplo, una empresa de productos cárnicos, registró una caída en las ventas de embutidos del 30% desde que se puso en vigencia la medida (29 de agosto del 2014).
“La gente ve rojo y se asusta”, refiere su gerente, Edison Romo. Para él hace falta más información para que el consumidor pueda tomar sus decisiones de compra.
Esto porque la etiqueta roja refleja la cantidad de sal por cada 100 gramos de producto. “Una persona no come 100 gramos de mortadela en un día, se comerá una tajada en un sánduche y eso ni siquiera alcanza a cubrir las necesidades diarias del organismo”, explicó.
Esto no quiere decir que la sal no pueda causar problemas de salud a largo plazo. El consumo excesivo de esta sustancia está relacionado con problemas de hipertensión, enfermedades de los riñones y de hinchazón de pies, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por eso, en Macafri, se ha comenzado a reducir la cantidad de sal en sus productos. Romo asegura que no se puede quitar del todo la sal pues cambia el sabor de los embutidos, lo que no agrada a las personas. “Hicimos pruebas con salona, un producto importado para reducir el sodio, pero lo dejamos porque cambiaba mucho el sabor”, indica Romo.
Los embutidos no son los únicos alimentos que han experimentado caídas en las ventas. Las industrias lácteas han reportado hasta el 30% de afectación desde que entró en vigencia el nuevo etiquetado. Es el caso de la empresa cuencana Lácteos San Antonio, que produce la marca Nutri.
Juan Diego Alvarado, gerente de Comercialización, indicó que los productos más afectados han sido las leches saborizadas, los jugos y los quesos.
En el caso del queso, la fórmula aún está en desarrollo. Pero las de otros productos ya están listas. El segundo trimestre de este año la línea de jugos y de leche saborizada saldrá a la venta con una etiqueta amarilla en el nivel de azúcar, en lugar de la roja. Para lograrlo, el azúcar se sustituyó por edulcorantes no calóricos.
En el caso de la leche chocolatada, la presentación de 200 gramos tiene 23% de carbohidratos totales. En el caso de la leche, los carbohidratos están dados principalmente por la lactosa, un azúcar natural. Adicionalmente, se agregan saborizantes y más azúcares para obtener los sabores.
Para conseguir la etiqueta amarilla deberá tener no más de un 15% de carbohidratos, explicó Paúl Cárdenas, responsable de Calidad de Lácteos San Antonio. Él aseguró que el cambio de fórmulas no afecta al sabor de los productos, por lo que espera que el consumidor siga comprando.
En todos los casos se pretende ajustar los productos a estándares más saludables, lo que para Alegría Dávalos, médica nutrióloga, es positivo. Aunque el consumidor debe tener también hábitos más saludables. Por ejemplo, si un embutido ya tiene sal, no necesita agregarle más. Puede mezclarlo con pimienta, cebolla, comino y mostaza para mejorar su sabor.
Algo similar pasa con el azúcar. Su consumo en exceso puede causar enfermedades como la diabetes. Y la utilización de edulcorantes artificiales también tiene contraindicaciones, cuando se abusa de la cantidad o según su tipo. Dávalos explica que hay edulcorantes que son menos saludables que otros: “los nuevos edulcorantes y derivados de la hoja de estevia son mejor tolerados por el organismo.
Los endulzantes artificiales también son parte de los ingredientes de las empresas que fabrican bebidas azucaradas como gaseosas y jugos. La empresa Olympic Juice, de la marca Orangine, alcanzó la etiqueta verde en sus bebidas gaseosas y amarilla en el jugo de mora.
El ingeniero Carlos Sarche, gerente de Negocios, indica que se han preparado desde hace cuatro años para ofrecer productos más saludables. “Vimos que el consumidor iba a tomar las tendencias globales de consumir productos con menos grasa, menos azúcar y empezamos a cambiar nuestras fórmulas”. Ahora utilizan el endulzante aspartame para regular el nivel de azúcar.
Este producto ha generado controversia respecto de su supuesta toxicidad y cancerigenocidad. Sin embargo, la Administración Americana de Alimentos y Medicinas (FDA, por sus siglas en inglés) y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) concuerdan en que su uso es seguro para el ser humano. Con las nuevas fórmulas y las etiquetas verdes,Olympic Juiceha incrementado en un 10% las ventas de sus gaseosas.
No olvide
Todos los alimentos procesados nacionales e importados deben tener etiqueta de semáforo.
El consumo excesivo de sal está relacionado con problemas renales y de hipertensión arterial.
El azúcar, cuando se ingiere sin medida, puede causar enfermedades como la diabetes.
Consumir grandes cantidades de grasa puede llevar a contraer sobrepeso y obesidad.