Los alimentos deben ser conservados como sugiere el fabricante para que permanezca en buen estado por más tiempo. Foto: Pixabay
En casa por lo general hay algún alimento que está por caducar o que ya se venció, en ese momento entra la duda de si será posible consumirlo. Todo dependerá del tiempo que pasó desde la fecha que indica el empaque y por supuesto del tipo de alimento.
En algunos casos solo se tratará de la pérdida de ciertas propiedades del producto y en otros consumirlos podría generar una intoxicación.
El ingeniero agroindustrual y de alimentos Javier Cordero explica que en cuanto a la caducidad de un producto hay dos términos que se deben manejar. El primero es cuando se lee la fecha de expiración, misma que indica que el alimento ya no es seguro para el consumidor. El segundo es cuando dice ‘consumir antes de‘, lo que quiere decir que posterior a esa fecha el producto ya no tendrá las características organolépticas que se espera.
Por ejemplo, con los ‘snacks‘ como galletas, papas fritas o triángulos de maíz que indican que se debe consumir en un período de hasta tres meses y no se ha procedido así lo que ocurre es que al momento de comerlos habrán perdido características como la crocancia, sabor e incluso color. Los alimentos mencionados anteriormente no matarán a quien los coma, pero la experiencia no será la misma porque no cumplirán con la expectativa.
Otro de los términos a tener en cuenta, menciona Cordero, es la vida útil del producto. Esto es el tiempo que dura el alimento desde su producción hasta que ya no es apto para el consumo. Para identificar el tiempo de vida útil se realiza un análisis en laboratorio. Las condiciones del empaque y la temperatura con la que permanece en percha son las que determinarán cuánto tiempo durará el producto.
Luego del tiempo que se establece con el análisis, el alimento perderá sus particularidades. Además, consumirlo luego de la fecha que se indica se corre el riesgo de que la mayoría de los microorganismos presentes empiecen a proliferar.
Las condiciones en las que se almacenan los productos en el hogar también son determinantes para que estos permanezcan en buen estado. El agroindustrial señala que los alimentos que tienen menos actividad de agua si se podrán consumir hasta tres semanas después de la fecha de caducidad. “Obviamente hay que fijarse que no haya presencia de microorganismos como moho o cambios en la textura u olor”.
Los alimentos secos en los que no existe presencia de agua, como los dulces, podrán durar hasta tres años sin presentar cambios. Si los productos que se compran para el hogar se mantienen en las condiciones que sugiere el fabricante estos durarán más.
Sin embargo, hay productos que no necesitan tener impresa la fecha de expiración como las frutas o vegetales porque de estas se conocen que al cabo de 5 o 6 días comienzan a dañarse. Y no se deberán consumir cuando sea notoria la afectación por el paso del tiempo porque podrían causar daños en la salud.
Lo mismo pasa con lácteos o embutidos que son sensibles al paso del tiempo y se descomponen con facilidad, más aún si no se los conservan en el refrigerador en recipientes herméticos.
La situación es diferente con las carnes o mariscos porque son perecibles y sí se nota diferencias en sus características. Puede ser un grave error consumirlos, pues seguramente causará una intoxicación.