El vestuario de las fiestas patrimoniales del Ecuador es una composición en la que se exponen las tradiciones y creencias de las comunidades indígenas del país.
Durante los meses de verano, las culturas indígenas de la Sierra organizan rituales y fiestas para celebrar la fertilidad y la cosecha. Con la llegada de los españoles, muchas de las festividades ancestrales fueron reemplazadas con fechas del calendario católico.
Aunque las fiestas patrimoniales se han ido perdiendo o modificando en el país, Rafael Camino, director y fundador del Ballet Folclórico Nacional Jacchigua, cuenta que en el norte de la Sierra se han hecho esfuerzos para mantenerlas.
Si bien en lugares como Cochasquí, Tumbaco y Pifo han ido desapareciendo los artesanos que elaboraban las prendas para los personajes de las festividades, estas han podido llevarse a cabo gracias a iniciativas aisladas, en distintas zonas de la Sierra ecuatoriana, como en Otavalo, Cayambe y Chimborazo.
La conmemoración de San Pedro y San Pablo es uno de los eventos que se ha convertido en tradicional. A pesar de la imposición católica, los símbolos de la cosmovisión andina han mantenido su presencia en los vestuarios de cada personaje de las comparsas.
Camino hizo un análisis de los elementos del ajuar de los principales personajes de la fiesta de San Pedro y San Pablo, usados en el norte de Pichincha y en el sur de Imbabura.
El Diablo o Aya Huma se distingue por su máscara con 12 cachos, por la camisa blanca, el zamarro y el acial para dirigir a los danzantes. También conocido como pata de venado, esta herramienta habla sobre las tradiciones ya extintas de las comunidades indígenas.
Antes de las restricciones de la caza, los indígenas de la Sierra solían cazar venados, para el consumo de su carne y para usar las patas delanteras en la elaboración de aciales. Actualmente, su fabricación es a base de cuero de res.
La Chinuca es uno de los personajes femeninos principales en las celebraciones. Esta gran danzante viste sombreros de Agato, blusas bordadas, hasta cuatro faldas, collares y manillas de cuentas y lleva en el pecho un tupo de plata.
Camino ha obtenido estos conocimientos a través de acercamientos hacia los artesanos que fabrican las prendas y accesorios de las fiestas patrimoniales del Ecuador. Este contacto de cerca de 30 años ha resultado en una investigación y colección de artículos de gran valor patrimonial, incluso algunos elementos que fueron elaborados hace 140 años.
El objetivo de Camino es abrir un museo en el que pueda exhibir todas esas piezas, con el objetivo de contar la belleza visual propuesta por los indígenas y para revalorizar las tradiciones textiles y artesanales.