El agua se vuelve escasa en el mundo

La sequía en Bolivia principalmente se enfoca en el embalse de Ajuankota, que abastece a La Paz y se encuentra al 1% de su capacidad. Foto: AFP

La sequía en Bolivia principalmente se enfoca en el embalse de Ajuankota, que abastece a La Paz y se encuentra al 1% de su capacidad. Foto: AFP

La sequía en Bolivia principalmente se enfoca en el embalse de Ajuankota, que abastece a La Paz y se encuentra al 1% de su capacidad. Foto: AFP

Las inundaciones, sequías, tormentas, entre otros cambios, han afectado a 4 200 millones de personas y ocasionaron el 63% de los daños, con una pérdida económica de USD 1,3 billones según el informe de las Naciones Unidas del 2015.

La escasez de agua afecta a todos los continentes en la actualidad. Y es uno de los principales desafíos del siglo XXI y lo están enfrentando numerosas sociedades del mundo. El crecimiento demográfico, la urbanización, la industrialización, el aumento de la producción y el cambio climático han generado una demanda de agua dulce cada vez mayor.

El cambio climático está afectando a las ciudades ya que sufren la falta de agua, un factor que aumenta la pobreza como en Honduras, según un estudio del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). La investigación indica que la sequía, que fue mayor en 2015, ha reducido de manera considerable las cosechas, provocando en particular un aumento de la inseguridad alimentaria, nutricional y, en general de la pobreza, la que según fuentes oficiales supera el 60% de los 8,7 millones de hondureños.

Por otra parte, Bolivia en estos últimos días también es uno de los países más afectados por una aguda sequía que forzó hace 16 días cortes de agua a barrios de las ciudades de La Paz y El Alto. Este evento ha ocasionando molestias en los habitantes convocándoles a las calles por la gestión ineficiente de las empresas de agua de ese país andino.

Pese a estar atravesado por tres cuencas hidrográficas, parte del país padece de una brutal sequía que ha causado pérdidas agrícolas y que muchos embalses estén a niveles mínimos en las ciudades, entre ellas La Paz, donde desde hace más de dos semanas hay cortes en el suministro de agua y racionamientos por pocas horas en cisternas. Ante la gravedad del problema y de los riesgos para la salud, el gobierno decretó la conclusión anticipada del año escolar.

Al respecto, un reciente estudio publicado por la Unión Europea de Geólogos cuantificó en un 43 % la disminución de los glaciares bolivianos entre 1986 y 2014, por el calentamiento global. Los investigadores de esa institución concluyeron que la superficie que ocupan los glaciares bolivianos pasó de los 530 kilómetros cuadrados en 1986 a 300 kilómetros cuadrados en 2014.

Se prevé que en 2050 la demanda mundial de agua haya aumentado un 55% con respecto a la actual, debido a las demandas relacionadas con la creciente urbanización en los países en desarrollo, según el estudio de la ONU del 2015. Las ciudades tendrán que ir más lejos o perforar hondo para encontrar agua.

Tendrán que depender de soluciones innovadoras para satisfacer sus necesidades hídricas.

Las demandas para este recurso aumentarán el riesgo de conflictos, lo que llevará a decisiones más difíciles en la asignación del medio natural entre todos los países.

Además, se limitará la expansión de sectores cruciales para el desarrollo sostenible. “El nexo agua-alimentos-energía plantea decisiones políticas difíciles, y gestionar cada sector, tanto por separado como conjuntamente, implica hacer concesiones”, según el Programa Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos.

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