Los alumnos de esta agrupación presentan lo aprendido junto a los mismos músicos. Fotos: Cortesía Casa de la Cultura, Núcleo Esmeraldas
Al cumplirse 20 años de experiencia como percusionistas, Oswaldo Valencia y Érika Mideros conformaron la agrupación folclórica Marimba- Manglar. Su anhelo se cumplió hace cinco años con el fin de promover el arte ancestral.
En marzo del 2014 surgió la idea de trabajar independientemente e impulsar un proceso de formación de nuevos talentos en canto y danza afro, en el sur de la ciudad de Esmeraldas.
Valencia y Mideros fueron parte de orquestas como Chigualeros o Etnia, y de grupos culturales como Cuero, Son y Pambil; y Jolgorio Internacional.
Para recordar sus inicios musicales, ambos realizaron una presentación el 22 de marzo en la Casa de la Cultura, donde mostraron sus temas inéditos.
También demostraron una coreografía de danza tradicional con niños y jóvenes. Durante esa celebración, sus exmaestros Narciso Jaramillo y Santiago Mosquera hicieron un recuento del paso de los artistas por sus agrupaciones y el aporte con sus conocimientos antropológicos y culturales.
Mosquera explicó que el aporte de Marimba-Manglar se ha reflejado en sus diferentes participaciones, en donde hacen énfasis en la música tradicional de Esmeraldas mediante la utilización del bombo, marimba y cununo.
A futuro, ambos músicos aspiran a realizar fusiones musicales como ya lo están haciendo otras agrupaciones culturales como Tierra Caliente, Raíces del Pacífico y Presencia Negra.
“La originalidad de la música de Marimba-Manglar mantiene intactas las raíces de la melodía y la oralidad de sus cantores jóvenes”, comentó el intérprete de la danza de Las Gaviotas, Santiago Mosquera.
Al gusto de Marimba-Manglar por los escenarios se ha sumado el de la formación de los niños, con cursos de danza y canto. Para ellos, esa ha sido su contribución más importante para el rescate de la cultura afroesmeraldeña.
Ha sido, dicen, una forma de agradecer a su tierra natal por el apoyo.
Para esta labor, los músicos han hecho autogestión. Así han comprado dos marimbas, un cununo, un guasá y un bombo; con esos instrumentos empezaron sus primeros ensayos; han interpretado canciones como el Andarele.
Al trabajo de la pareja de esposos se sumaron sus hijas Nicole y Dennis Preciado, dedicadas al canto de arrullos tradicionales y al toque del guasá, que da un sonido característico a la música hereditaria.
La formación en el canto de arrullos se hizo bajo la dirección de Rosa Wila, una de las mejores intérpretes de la música afro; eso ha servido para consolidar este proyecto cultural que ya fue tomado en cuenta por la Casa de la Cultura, núcleo Esmeraldas.
Los cinco años de trabajo en los barrios del sur de la ciudad de Esmeraldas han permitido preparar a 40 niños de entre 5 y 11 años, que acuden a los ensayos los lunes, miércoles y viernes, durante las tardes.
Los alumnos de danza e instrumentos ancestrales provienen de los barrios Leónidas Proaño, 50 Casa, 31 de Mayo, Voluntad de Dios, Familias Unidas, entre otros.
Oswaldo Preciado, director de Marimba-Manglar, es músico de profesión. Él canta y compone las canciones de la agrupación como la Agua Surumba, El Pajarito, La Laberintosa y Canto a Esmeraldas.
Todas esas composiciones hacen referencia a las costumbres y forma de vida de los afroesmeraldeños, que acompañan sus alimentos con agua de limoncillo cuando se degusta de un tapa’ o de pescado.
Esos temas se incluirán en la más reciente producción de música que prepara actualmente esta agrupación, como una forma de aportar a la cultura con sus cantos.