En la cinta, seis personas deberán encontrar la salida de una suerte de laberinto virtual que pone al límite a sus cuerpos y mentes. Foto: IMDB.
La moda del Escape Room, como un juego inmersivo guiado por un ‘maestro’ que pone a prueba las habilidades físicas y mentales de los participantes, llega al cine como un thriller de suspenso, que lleva a este pasatiempo a un contexto de un cruel experimento.
La historia involucra a seis personas escogidas de forma aleatoria, quienes aceptan la invitación a participar en una nueva y misteriosa sala de escape, con un premio económico como recompensa.
Tras una simple y breve introducción a la trama, el ritual del juego comienza en una habitación donde se encuentran la estudiante de matemáticas Zoey (Taylor Russell), el experto en videojuegos Danny (Nik Dodani), el corredor de bolsa Jason (Jay Ellis), la veterana de combate Amanda (Deborah Ann Woll), el camionero Mike (Tyler Labine) y el administrador de un micromercado Ben (Logan Miller). Seis vidas y personalidades diferentes, que en conjunto reúnen lo necesario para resolver los acertijos, pero sus miedos y tormentosos pasados se irán revelando en ‘flashbacks’ que irán definiendo sus probabilidades de éxito.
Video: YouTube, cuenta: Sony Pictures Entertainment.
El filme activa todos sus recursos visuales y sonoros para elevar la adrenalina mientras los actores se van acoplando a una doble inmersión: en sus personajes y en el juego. La evocación de otras sádicas experiencias cinematográficas como ‘Saw’, ‘The Game’ o ‘Cube’ son inevitables y dejan que la cinta caiga en lo predecible.
En el trayecto, la película deja fuera del juego al espectador, con un guion llano que no tiene la intención de probar la capacidad deductiva o la imaginación del público.
Desde la butaca, los protagonistas aparecen como especímenes de un novedoso experimento de Kerplunk, solo que aplicado a humanos en lugar de ratones buscando la salida en un laberinto.
La cinta ofrece unos momentos de alta tensión y se guarda un par de giros narrativos para el final, pero en conjunto es un oscuro espectáculo de entretenimiento, que al menos no hará que el público quiera escapar de la sala de la tensión que se vive en