Estudiante de 14 años premiada por descubrir una molécula que puede ayudar a combatir el coronavirus

Anika Chebrolu fue nombrada como la mejor científica joven de Estados Unidos 2020. Foto: Captura

Anika Chebrolu fue nombrada como la mejor científica joven de Estados Unidos 2020. Foto: Captura

Anika Chebrolu fue nombrada como la mejor científica joven de Estados Unidos 2020. Foto: Captura

Anika Chebrolu, una estudiante de 14 años, de la secundaria Independence de Frisco, Texas, descubrió una molécula que podría unirse al nuevo coronavirus, causante del covid-19, modificarlo e inhibir su capacidad para infectar a las personas. El hallazgo le permitió a la adolescente ganar el título de "mejor científica joven de Estados Unidos", en la competencia Young Scientist Challenge 2020, y un premio de USD 25 000, que entrega la multinacional 3M.

La adolescente empezó a trabajar en su proyecto el 2019, cuando cursaba el último grado de la escuela primaria, y su objetivo inicial era encontrar tratamiento para el virus de la gripe. Pero entonces llegó la pandemia, y su mentora, la científica corporativa de 3M, Mahfuza Ali, le imprimió un cambio de rumbo a la investigación, para enfocarse en el nuevo coronvirus, SARS-CoV-2. 

Ahora Chebrolu espera poder contactarse con virólogos y desarrolladores de fármacos, para que su hallazgo sea desarrollado en forma de una medicina antiviral, señaló el portal BBC Mundo.

De qué se trata el descubrimiento de Chebrolu

El SARS-CoV-2 posee un halo, una especie de corona que lo rodea y de donde le viene el nombre de coronavirus.

En esta corona existe una proteína con forma de espiga, la proteína S, que se une a los receptores de las células humanas para infectarlas.

Muchos de los laboratorios que trabajan en la vacuna contra la covid-19 han elegido atacar esta proteína con el objetivo de impedir que el virus penetre a las células humanas.

La investigación de Anika Chebrolu también se basó en esta proteína con forma de espiga. "Descubrí una molécula que puede unirse a la proteína S en el virus y potencialmente cambiar su forma y función. Esto permite evitar que el virus pueda adherirse a las células humanas y, por lo tanto, reducir o tratar una mayor infección en el cuerpo de una persona", explicó la adolescente en un correo electrónico a BBC Mundo.

Y al cambiar la forma del virus evita que infecte las células. Básicamente inhibe la infectividad del virus en las células humanas.

La joven descubrió esta molécula con un método in-silico, es decir de simulaciones por computadora utilizando numerosas herramientas de software.

Para ello examinó millones de moléculas pequeñas en busca de propiedades como las de un fármaco de absorción, distribución, metabolismo y excreción.

"Tras ese estudio, Anika Chebrolu seleccionó la molécula con la mejor actividad farmacológica y biológica hacia la proteína S del virus SARS-CoV-2 que puede transformarse en un potencial fármaco para el tratamiento eficaz de la enfermedad", agrega la BBC.

The Washington Post entrevistó a Anika Chebrolu pocos días después de que se enterara del premio.

Chebrolu explicó al medio estadounidense que su descubrimiento empezó con un proyecto escolar sobre la pandemia de la gripe española, de 1918, y a partir de ahí se puso a investigar sobre el virus de la gripe. Se dio cuenta de que incluso con los antivirales y con las vacunas anuales que existen actualmente, en Estados Unidos hay un promedio de 60 000 muertes por gripe al año. Su objetivo era mitigar la mortalidad causada por la gripe.

"Hice una investigación más amplia y descubrí esta metodología que usa métodos computacionales para identificar posibles antivirales contra virus e infecciones. Después de más investigación, traté de combinar mi conocimiento de la metodología y mi conocimiento del virus de la gripe para encontrar un posible antiviral contra ese virus. Mandé mi proyecto a la Feria Regional de Ciencias de Dallas y luego al Desafío de Jóvenes Científicos de 3M. Cuando me inscribí en el desafío, el coronavirus estaba en sus primeros picos, sus primeras etapas. Así que decidí cambiar de proyecto, y en colaboración con mi mentora, Mahfuza Ali, decidimos cambiar de rumbo y apuntar al virus SARS-CoV-2, porque obviamente este año ha tenido un impacto mayor que el virus de la gripe", señaló Chebrolu.

¿Cuándo te empezó a interesar la ciencia? ¿Siempre supiste que te gustaba?

La ciencia empezó a interesarme desde muy chica, por mi abuelo, que era profesor de química y me invitaba a hacer toda clase de experimentos en el patio de atrás de casa. Después ese interés fue creciendo por sí solo. Y ya cuando estaba en sexto o séptimo grado, empecé a pensar qué problemas reales había en el mundo y cómo podía usar mis conocimientos en ciencias y mi pasión para resolverlos.

¿Cuál fue la parte más difícil del proceso?

Probablemente, la implementación de software. Trabajé con muchos softwares que eran realmente excelentes para el acoplamiento molecular, que es uno de los principios metodológicos que usé. Algunos de estos softwares eran difíciles de usar y fallaron varias veces, debido a su complejidad y a muchos factores que afectaron el resultado final. Así que investigué mucho y fracasé muchas veces, y ni siquiera sabía qué estaba causando la falla o el error.

¿Tenés algún oconsejo para las chicas interesadas en la ciencia?

A todas las chicas le digo que sigan adelante. Sigue empujando. Alimenten su curiosidad y anímense a aprovechar toda oportunidad que se presente, porque nunca se sabe.

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