La red Acuerdo Nacional Contra el Cáncer busca que los presidenciables tengan a esta enfermedad dentro de sus propuesta de campaña. Foto: Archivo/EL COMERCIO
34 000 ecuatorianos serán diagnosticados con cáncer en este año. Se estima que para el 2020 habrán 16 millones de personas afectadas por la enfermedad en el país. Esto según el coordinador de la red Acuerdo Nacional Contra el Cáncer, Wilson Merino Rivadeneira, quien también dirige la Fundación Cecilia Rivadeneira.
A nivel mundial, donde las cifras son igual de alarmantes que lo que se estima en Ecuador, cada 4 de febrero, se conmemora anualmente el Día Mundial contra el Cáncer. Las Naciones Unidas estiman que “más del 60% de los casos se concentran en África, Asia, América Central y del sur”. Adicionalmente, estas regiones registran el 70% de las muertes por la enfermedad a nivel mundial.
Ante ese panorama, en Ecuador se creó la red Acuerdo Nacional Contra el Cáncer, que agrupa 18 organizaciones de pacientes y familiares afectados por la enfermedad, con presencia en 12 provincias del país y de las que se han beneficiado cientos de miles de ecuatorianos.
Esta red presentó el pasado 20 de diciembre de 2016 la propuesta ante el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social. Según Merino, la respuesta del Consejo fue positiva lo que dio paso a que el Acuerdo se consolide más.
El Acuerdo Nacional Contra el Cáncer es un documento que plantea 10 líneas estratégicas para luchar contra la enfermedad y que ha sido suscrito por los candidatos a la presidencia Abdalá Bucaram, Paco Moncayo, Patricio Zuquilanda, Washington Pesantez y Guillermo Lasso.
En el Ecuador, según Merino, no existen cifras sobre el cáncer. Ese es solamente uno de los problemas que tiene la enfermedad en el país por lo que se propone la creación de un Consejo Nacional de Control del Cáncer para regular y coordinar la atención al cáncer a nivel nacional.
Este ente sería el encargado de vigilar el cumplimiento de los puntos que se plantean en el acuerdo que en su segundo punto plantea incentivar la investigación sobre la enfermedad y así crear una base de datos sobre el cáncer en el país que incluya información de todas las provincias.
El tercer punto del Acuerdo Nacional contra el Cáncer se refiere a la prevención. Según un comunicado de prensa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el diagnóstico del cáncer en una fase tardía, y la imposibilidad de recibir tratamiento inmediatamente después del diagnóstico, ocasionan en los pacientes un “sufrimiento innecesario” y pueden ocasionar una muerte prematura.
Según la red Acuerdo Nacional contra el Cáncer, el tratamiento no debe demorar más de 30 días a partir del aparecimiento de la enfermedad por lo que el diagnóstico oportuno puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte. Para ello el Acuerdo propone también la creación del Fondo de Lucha Contra el Cáncer, que permitiría la construcción de hospitales especializados e innovación tecnológica, aunque para Merino lo más importante es la prevención de la enfermedad.
“El cáncer no solo afecta al paciente”, dijo Merino, que fundó la organización Cecilia Rivadeneira en el 2002 a raíz de la muerte de su madre, paciente de cáncer. En el caso de los niños, la madre o el padre deben cuidar del enfermo, mientras sus hermanos quedan abandonados y “son sujetos de maltrato infantil, accidentes domésticos e inclusive violaciones” señaló.
Según Merino, en el Ecuador existen muchos pacientes de cáncer que tienen que trasladarse a las ciudades para poder recibir tratamiento. El transporte es otro de los problemas a los que se enfrentan los pacientes que en algunas ocasiones gastan hasta USD 60 en movilización.
Por ello, se propone que se facilite la movilización de los pacientes con cáncer y sus familias pues según el documento “la consecuencia directa” del acceso “no equitativo a la salud es que muchos, por falta de recursos, abandonan el tratamiento y no superan la enfermedad“.
Adicionalmente, en el tema de transporte se habla de un “paraguas legal” que permita la “movilización de pacientes con enfermedades terminales y catastróficas para que sean atendidos cuando presentan cuadros agudos” por la enfermedad o los efectos de los tratamientos. Esto porque existe un “impedimento legal para que las ambulancias transporten a pacientes con cáncer en el país”, según el documento.
En el octavo punto se propone cuidar el entorno familiar del paciente con el fin de “infundir esperanza y actitudes resilientes que influyan positivamente en él” y motivarlo a su recuperación. Merino considera que muchas veces, cuando una persona recibe la noticia de que padece la enfermedad y no tiene esperanzas de vencer al cáncer muy probablemente no lo logre. Es por ello que las personas que están a su alrededor son tan importantes en el proceso.
El Acuerdo también propone que los servicios de salud para los pacientes oncológicos se extiendan a las cuatro regiones del país creando hospitales especializados en todas ellas para así también aliviar en algunos el problema que puede llegar a representar el transporte.
Por último, el Acuerdo establece la creación del Fondo de Lucha Contra el Cáncer que permita dirigir los recursos económicos “de forma eficiente y concertada entre todos los actores públicos y privados”. Se propone que se establezca un fideicomiso que cuente con el aporte de todos los actores de la sociedad para así garantizar “la transparencia y eficiencia en el uso de estos recursos”.
En el Ecuador, el cáncer se ha convertido en un problema latente. De hecho, la fundación Cecilia Rivadeneira estima que para el 2020 todos los ecuatorianos se verán afectados por la enfermedad de una u otra forma.
Según Merino, si una persona no es diagnosticada con la enfermedad tendrá a alguien en su entorno familiar o entre sus amistades con ella. “El cáncer nos afecta a todos. No distingue ideología política nivel socioeconómico, género, etnia ni religión, por eso sin importar qué candidato gane, necesitamos que asuma un compromiso contra el cáncer”, concluye Rivadeneira.
“El Estado no se ha hecho cargo porque no tiene suficiente información para enfrentar el problema del cáncer, por eso creemos fundamental el trabajo coordinado de las organizaciones de pacientes”.
“El cáncer nos afecta a todos, no distingue ideología política, nivel socioeconómico, género, etnia ni religión, por eso sin importar qué candidato gane, necesitamos que asuma un compromiso contra el cáncer”, concluye Rivadeneira.