Las actividades en la Bienal cuencana serán permanentes

Exposiciones, talleres e investigaciones se realizarán este año para activar la escena artística. Foto: Xavier Caivinagua/ EL COMERCIO

Exposiciones, talleres e investigaciones se realizarán este año para activar la escena artística. Foto: Xavier Caivinagua/ EL COMERCIO

Exposiciones, talleres e investigaciones se realizarán este año para activar la escena artística. Foto: Xavier Caivinagua/ EL COMERCIO

La Bienal de Cuenca inició sus actividades con miras a la decimatercera edición del próximo año. Su objetivo es consolidar una estructura de arte permanente y para ello tiene tres proyectos en marcha.

Las iniciativas se centran en exposiciones, investigaciones y talleres, que se realizarán este 2015. La idea es que la Bienal no trabaje dos años para un evento de dos meses sino que su labor sea sostenida, dice Cristóbal Zapata, director de la Fundación Bienal de Cuenca.

Él quiere una actividad “permanente, diversa, multidisciplinaria, que cambie el paradigma de la Bienal”. La primera gestión fue lograr acuerdos con otras entidades. Así se definió un cronograma de actividades con socios estratégicos como la Casa de la Cultura, Instituto de Artes del Ecuador y Universidad de Cuenca.

La proyección del documental ‘No escribiré arte con mayúscula’ dedicado a la vida y obra del artista plástico español Isidoro Valcárcel fue la primera actividad de este ciclo y se realizó a inicios de este mes. Tuvo el respaldo de la Casa de la Cultura del Azuay, de la que Zapata fue parte, por lo que hay voluntad para un trabajo conjunto, dice el presidente de la institución, Carlos Vásconez. Esta proyección fue el preámbulo para el festival Arte de Acción-Cuenca, que se efectuará en octubre próximo.

Otra de las líneas de trabajo de la Bienal que apoya la Casa de la Cultura es la expositiva. Por ello, el Salón del Pueblo es la sede de la primera muestra conjunta de este año. Se denomina ‘Cultura y Exilio: La migración judía en Cuenca’.

Este evento cumple una de las expectativas que tiene la Bienal que es “revivir la memoria histórica”, dice Vásconez. Los proyectos están alineados con la idea planteada por Zapata. Su intención es recuperar las artes bidimensionales, que son cercanas al público sin perder el rigor crítico.

Con esa concepción se definieron las dos grandes exposiciones autorales que desarrollará la Bienal en noviembre próximo y en abril de 2016 por las fiestas de independencia y fundación de la ciudad. La primera pertenece al artista guayaquileño Eduardo Solá Franco y la otra al pintor quiteño Camilo Egas.

Otro proyecto se centrará en la investigación para activar la escena artística local. Se trata de la iniciativa ‘Paraísos Perdidos’, que consiste en indagar sobre la historia de las antiguas salas de cine que hubo en la capital azuaya. El estudio se plasmará en un trabajo artístico para recuperar esos espacios.

Se trata de una actividad común en Cuenca: los artistas recogen los testimonios de los vecinos para reconstruir la memoria histórica de un sector y se involucra a la comunidad en el trabajo artístico. En este proyecto trabajan 20 personas, entre estudiantes y artistas jóvenes.

Ellos trabajarán en grupos y en seis salas de cine hasta junio próximo. El proyecto culminará con una intervención artística en cada antigua sala. La iniciativa se replicará en monumentos, plazas y edificios, que tengan potencial artístico.

Fuera de clase’ es otra iniciativa de formación artística que se iniciará en mayo como parte de un programa de educación continua que pretende implementar la Bienal. El responsable de la primera etapa es el artista cubano Saidel Brito, quien fue seleccionado por su experiencia.

La fase inicial, que consta de cinco talleres que se dictarán por siete meses, está dirigida a artistas que tengan conocimientos previos y una obra consolidada. Los maestros serán profesionales experimentados como Brito, la curadora cubana Lupe Álvarez y los guayaquileños Ilich Castillo y José Hidalgo Anastasio.

El resultado de las clases será una producción artística colectiva que se exhibirá en uno de los espacios de la Bienal. Esta iniciativa tiene dos objetivos. La primera es cubrir vacíos en el conocimiento y la segunda lograr que la producción local tenga incidencia en el país, dice Brito. “En Guayaquil ya hay resultados de estos procesos”.

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