En una de las escenas del documental se grabó el ritual de la ayaguasca, que es una de las tradiciones de los achuar. Foto: Cortesía de Che Guri Film.
Dos semanas de convivencia con los indígenas achuar de Pastaza quedaron registradas en el documental ‘El Abrazo de Arutam’, con el que la productora Che Guri Films muestra el actual modo de vida de esta etnia amazónica.
También se registran sus expectativas del futuro, marcadas por la espera de una carretera que los conecte con la ciudad luego de años de espera.
Una discusión ecológica sobre el territorio amazónico llevó al uruguayo Pablo Pérez, director del documental, a adentrarse con su equipo de producción en Copataza y Chumpi, dos comunidades achuar de Pastaza, a las que la conexión vial aún no llega.
Su objetivo fue mostrar el modo de vida y el pensamiento de sus habitantes. El documental registra a esta etnia ecuatoriana desde las historias particulares de sus protagonistas.
A través de ellos se conoce su relación con el territorio y la naturaleza, la importancia de los rituales y las costumbres, que contrastan con una especie de vida moderna que llega de a poco a las comunidades.
Esa modernidad empieza a sentirse con los avances tecnológicos: celulares que están en casi todos los hogares de las comunidades, aunque la zona carezca de señal de telefonía móvil y el servicio de Internet que llega a un solo punto, pero hay lugares en donde se puede acceder en ciertas horas.
“El documental nos permite descubrir el momento actual que vive la nacionalidad achuar. Es clave para las decisiones que vayan a tomar para su futuro”, dice Pérez.
Y en ese futuro está la incertidumbre de una carretera que conecte a las comunidades asentadas en este territorio indígena con la ciudad. “A ellos les preocupa mucho la vía, que puede traer desarrollo, pero también la ven con recelo”, dice el productor del documental, Gabriel Balarezo.
Uno de los temas que aborda la producción es la relación que tienen los indígenas achuar con lo sagrado. El espíritu de Arutam, su dios protector, está presente en todas las acciones de su vida. Eso se puede ver en escenas como el ritual de la ayaguasca.
La producción evitó darle un tinte político al documental y apostó por destacar el lado humano de los indígenas para mostrar su realidad. “Sabíamos que era difícil, porque la gente de este territorio es desconfiada”, señala el productor.
“Evitamos invadir su territorio, la idea era mostrarlos de forma natural, porque siempre que hay personas extrañas ellos se muestran cautos, molestos… Aquí los vemos como son”, agrega Balarezo.
Luego del rodaje, el equipo se dedicó dos meses a la posproducción. Ahora el documental busca un espacio en festivales internacionales, para que la distribución sea masiva, pero el principal objetivo es que se proyecte en el país.
El documental está disponible en la plataforma ‘online’ de videos Vimeo. Hay que pagar por compra o alquiler.