Desde el aire se observa el socavón, cerca de la caída del agua que afectó al cauce del río Coca, que alimenta a la cascada San Rafael. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
El ingreso al área donde se encuentra la cascada de San Rafael, en el interior del Parque Nacional Cayambe-Coca, se restringió a los visitantes. La medida regirá mientras duren las evaluaciones de las afectaciones al ecosistema.
El caudal de esta caída de agua de 150 metros de altura se redujo, debido a que un socavón alteró el cauce del río Coca, que alimenta la cascada. El hecho ocurrió el domingo.
La Dirección del Ministerio del Ambiente (MAE) en Sucumbíos confirmó la resolución tomada por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) provincial.
Los turistas no podrán recorrer los senderos del área protegida ni acceder al mirador. Además, se prohibió a los dueños de las fincas de los alrededores y a los investigadores que realicen sus labores en las cercanías de este atractivo.
La medida se tomó porque dos jóvenes ingresaron sin autorización, el mismo domingo, a una zona cercana al hundimiento y filmaron el cambio repentino de la cascada.
Juan Pablo Fajardo, director del MAE en Sucumbíos, indicó que la prohibición se mantendrá hasta el viernes. Ese día -agregó- se tiene planificado que un grupo de guardaparques, geólogos de la Prefectura y técnicos del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos ingrese a la zona donde se produjo la implosión.
Allí se determinará si la zona es estable o si hay posibilidad de nuevos hundimientos. Además, se prevé diseñar un nuevo sendero para la observación de la cascada.
“El turismo de la provincia está afectado. Hay muchos turistas que desean ver el estado actual de la cascada, pero la apertura del parque se definirá tras una reunión con las autoridades”, indicó Fajardo.
Quienes manejan el tema turístico del cantón Gonzalo Pizarro -donde está la cascada- y de Sucumbíos analizan las posibles acciones para evitar afectaciones al sector.
Esta caída de agua es considerada un ícono turístico para la provincia y la Amazonía. Datos del MAE en Sucumbíos indicaron que entre 15 000 y
20 000 turistas visitan cada año San Rafael. 80% de las visitas es de turistas nacionales y el 20%, de extranjeros.
Cristian Saavedra, director de Turismo, Arte y Cultura de la Prefectura de Sucumbíos, reiteró que aún continúan en proceso de evaluación de las posibles repercusiones. “La cascada no desapareció, sino que simplemente está retraída y por eso no se la puede observar directamente, pero está ahí”.
Saavedra indicó que la promoción de la cascada continuará al igual que otros atractivos naturales que hay en la zona, como las cascadas La Libertad o La Escondida, ubicadas en el mismo cantón.
Para la próxima semana, indicó el funcionario del Gobierno Provincial, esperan tener un informe más detallado de las alternativas para evitar que el turismo se afecte. “Visualmente ya no se ve como antes, pero aún hay un potencial (turístico) en la cascada. El acceso está restringido por seguridad”.