La nueva escultura, esculpida en bronce, está asentada sobre una base de fibrocemento con acabado gris que simula la piedra labrada y es una obra del escultor Édgar Cevallos. Foto:Enrique Pesantes / EL COMERCIO
Una escultura de bronce en homenaje al poeta, periodista e historiador guayaquileño Abel Romeo Castillo (1904-1996) se levanta en el Malecón 2000 de Guayaquil. La tarde de este viernes 28 de julio del 2017 el Municipio inauguró el monumento del autor de poemas como Romance de mi destino y Romance criollo de la niña guayaquileña, que luego fueron musicalizados como pasillos.
Los poemas musicalizados se convirtieron “en una parte consustancial de la identidad nacional”, según exaltó el curador y crítico de arte Juan Castro y Velázquez, quien destacó las facetas de historiador y poeta de Castillo, quien fue además diplomático, profesor y periodista, director de Diario El Telégrafo.
“Poeta desde los 14 años, fue uno de los más destacados intelectuales ecuatorianos del siglo XX”, sostuvo Castro y Velázquez en un acto de develizamiento del monumento en los Jardines del Malecón (a la altura de la calle Tomás Martínez). El evento contó con la presencia del alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot.
Según el Alcalde, la ciudad está obligada a reconocer los méritos de sus vecinos más preclaros, y aunque nunca es demasiado tarde, señaló que el reconocimiento ha llegado tarde.
El evento contó con la presencia del alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
“Quiero ver en este monumento uno que celebre el reverdecer de la cultura y el rescate de la historia en la ciudad de Guayaquil”, indicó Nebot. “Y sobre todo, un monumento a la libertad de expresión, al periodismo, a la prensa, que debe ser responsable, pero jamás silenciada, amenazada, amordazada”.
La nueva escultura, esculpida en bronce, está asentada sobre una base de fibrocemento con acabado gris que simula la piedra labrada y es una obra del escultor Édgar Cevallos. El poeta e historiador es representado sentado, mirando de lado al horizonte, hacia el río Guayas, con las piernas cruzadas y un libro abierto en la mano izquierda.
Abel Castillo Echeverría, hijo del homenajeado, agradeció a la Municipalidad la ubicación de la escultura al lado del río al que tanto escribió su padre, al que añoró en buen número de sus poemas y romances, “su ría de vaporcitos que gritan pitadas blancas”. Agradeció también al escultor por captar con sorprendente realismo la serena expresión de su padre y su innata pasión por los libros, dijo.
En el acto, la soprano Beatriz Gil interpretó acompañada de requinto y guitarra los pasillos Romance de mi destino y Romance criollo de la niña guayaquileña. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
Abel Romeo Castillo fue director de la Biblioteca Municipal de Guayaquil, miembro fundador de la Casa de la Cultura Ecuatoriana y presidente en varias ocasiones de su Núcleo de Guayas y estuvo involucrado en la creación del Archivo Histórico del Guayas. Fue diputado en la Asamblea Constituyente de 1944-1945 y decano de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Guayaquil.
El acto en el maleón contó con la participación musical de la Banda Blanca de la Armada del Ecuador y de la soprano Beatriz Gil, quien interpretó acompañada de requinto y guitarra los pasillos Romance de mi destino y Romance criollo de la niña guayaquileña.
La placa del monumento incluye la primera estrofa de la letra de Romance de mi destino. “Todo lo que quise yo, tuve que dejarlo lejos, siempre tengo que escaparme y abandonar lo que quiero. Yo soy el buque fantasma, que no puedo anclar en puerto, ando buscando refugio en retratos y en espejos, en cartas apolilladas y en perfumados recuerdos”.