En las elecciones seccionales de este domingo están empadronadas para sufragar 304 108 personas con discapacidad en todo el país.
Para garantizar la participación de este grupo, el Consejo Nacional Electoral (CNE) llevará a cabo el “voto asistido”.
Según datos del CNE, en Ecuador habitan alrededor de un millón de personas con discapacidad: el 12% tiene discapacidad auditiva, el 10% visual, el 25% intelectual y el 53% posee discapacidad física.
El voto inclusivo es parte de una campaña del CNE, que arrancó en febrero del 2013.
Una de las beneficiarias de este programa es Verónica Terán Castillo, de 56 años. Ella sufre una paraplejía y es una de las 2 200 personas que se registraron en el proyecto piloto ‘tiene derecho a votar’, que arrancó en las últimas elecciones presidenciales.
Castillo sufragó el año anterior en el Colegio Benito Juárez de Quito, acompañada de su esposo Jorge Quishpe.
Recuerda que esa ocasión no pudo subir por sí misma a la mesa 307, ubicada en el segundo piso del recinto electoral. Requirió de la ayuda de un policía nacional y un delegado del CNE, para sufragar en una mesa preferencial sin hacer fila, junto con su esposo.
Para este domingo, el CNE instalará 1 762 mesas de atención preferente en todo el país, para las personas con discapacidad, adultos mayores y mujeres embarazadas. Votarán en recintos electorales con más de 10 juntas receptoras del voto. Allí recibirán información y apoyo para la movilidad.
Asimismo, los esposos Fabián Mena y Ana María Almeida, quienes tienen discapacidad visual por problemas genéticos, destacan las políticas de inclusión en este campo.
En el 2013 ambos sufragaron en el Colegio San Gabriel, en el norte de Quito. Cuando la pareja no vidente ingresó a la institución, personal de las Fuerzas Armadas les acompañó hasta una mesa de atención preferente, donde para su sorpresa encontraron papeletas de votación tipo braille (documentos con impresión labrada).
En años pasados Mena y su esposa elegían a su candidato con la ayuda de un familiar. “Hoy podemos hacerlo de forma individual sin contratiempos”, comenta Mena.
Según la consejera del CNE, Roxana Silva, el año pasado se imprimieron 5 500 plantillas braille, repartidas por cada 10 juntas electorales.
Para las elecciones de mañana se contará con 6 000 plantillas braille disponibles para la elección de prefectas, prefectos, alcaldes y alcaldesas, excepto en las provincias de Azuay y Santo Domingo de los Tsáchilas, donde el voto será electrónico.
Carmen Trujillo, de 67 años, usa el servicio de movilización gratuita para personas con discapacidad desde el 2010.
El año pasado, voluntarios de la Cruz Roja y un chofer de Taxi Amigo, acudieron hasta su domicilio, ubicado en las avenidas Veintimilla y 6 de Diciembre. Ellos la transportaron hacia la Universidad Politécnica Salesiana, donde pudo votar.
En el país, 3 794 personas se inscribieron para tener acceso de movilidad a los recintos electorales. Guayas tuvo la mayor demanda: se registraron 2 723 habitantes.
Según Trujillo, en su juventud en las elecciones le era muy difícil movilizarse hacia el recinto electoral. Ella considera “que fue discriminada por el gremio del taxismo”, ya que por su discapacidad física se negaban a llevarla.
Pero el voto inclusivo le facilitó el traslado. Este año la beneficiaria se inscribió nuevamente en el servicio de movilización gratuita y acudirá mañana temprano a votar.
En el 2013, cerca de 1 000 choferes transportaron a 1 500 personas con discapacidad. Y para este nuevo proceso electoral se registraron 1 309 voluntarios en varias provincias.
En contexto
En Ecuador habitan cerca de un millón de personas con discapacidad. El Consejo Electoral ejecuta una campaña, desde el 2013, para asistir a los ciudadanos que necesitarán movilizarse a los recintos este domingo. La mayoría de los beneficiarios son de Guayas.
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