11 trasplantes de cara en el mundo

‘Pidió verse a los siete días de realizada la cirugía. Nuestro equipo de psicólogos y psiquiatras consideró que no había problema. Se miró y describió que estaba satisfecho”.

Así, el cirujano español Joan Pere Barret describió al portal Idea.es la reacción de la primera persona que recibió un trasplante total de cara en el mundo.

La compleja operación, que duró 24 horas y que se realizó en el Hospital Universitario Vall d’Hebron, en Barcelona, España, no es ciencia ficción ni parte de un guión cinematográfico. Sí es un hito de la medicina.

Allí fue intervenido quirúrgicamente un hombre joven que sufría una deformidad severa en la cara causada por un traumatismo, que le impedía respirar por la nariz y la boca. Además, le producía una enorme dificultad para deglutir y hablar, indicó la portavoz del Vall d’Hebron.

El paciente, que fue tratado inicialmente en otra casa de salud donde se le realizaron hasta nueve intervenciones quirúrgicas, fue seleccionado como candidato a un trasplante, luego de un estudio psicológico.

Un equipo multidisciplinario se preparó durante dos años para esta intervención de alta complejidad, pionera en el mundo, en la cual intervinieron 30 profesionales médicos.

¿En qué consistió la cirugía? El equipo multidisciplinario dirigido por Barret, jefe del Servicio de Cirugía Plástica y Quemados, trasplantó al paciente toda la piel y músculos de la cara, la nariz, los labios, el maxilar superior, todos los dientes, el paladar, los huesos de los pómulos y la mandíbula de un donante. Para ello utilizó técnicas de cirugía plástica y microcirugía reparadora vasculonerviosa.

Barret describió más detalles de la operación. Así, explicó que el riesgo es similar a una cirugía a corazón abierto. “La estadística de los trasplantes de cara nos indica que la mortalidad está en un 20%. No es un porcentaje despreciable. Los pacientes lo saben”.

Y el cirujano español atajó otro temor que existe alrededor de la compleja cirugía: “Nadie conocerá la cara del donante. No hay ningún tipo de similitud”.

El trasplante de cara es una técnica experimental. Por ello, la Ley exige un informe previo de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) para cada paciente, según el Decreto 1301/2006 de Calidad y Seguridad de células y tejidos.

El paciente, cuya identidad se mantiene en reserva para proteger su intimidad, deberá permanecer hospitalizado unos dos meses, aunque esta previsión puede variar en función de su evolución. Después, durante cuatro meses tendrá que seguir estrictos controles

Al mantener en reserva la identidad, se trata de evitar lo que ocurrió con los dos trasplantes faciales que se practicaron previamente en España, según publicó el diario El Mundo.

El primero -realizado en el Hospital la Fe de Valencia- fue el más grave. Se filtraron a la prensa datos que facilitaban la identificación del donante y del receptor, algo prohibido expresamente por la Ley. El segundo se llevó a cabo en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.

Con el de Barcelona, ya se han realizado 11 trasplantes de cara en el mundo, en Francia, Estados Unidos, China y España.

El primero se llevó a cabo en Francia, en noviembre del 2005. Isabelle Dinoire se convirtió así en la primera receptora de un trasplante parcial de cara.

Después de ingerir somníferos, la mujer nacida en 1967 perdió el conocimiento y se golpeó. Luego de despertarse y al mirarse en un espejo, vio su rostro desfigurado, sin nariz ni labios ni mentón.

Las heridas fueron provocadas por su perra, que al parecer intentó despertar a la mujer. A esta le fue injertado un triángulo de tejido facial de la nariz y la boca de una persona fallecida.

Tres meses después de la intervención, en febrero del 2006, Isabelle asistió a una rueda de prensa. Allí se observó que ya era capaz de esbozar una ligera sonrisa. “Ahora tengo una cara como todo el mundo, ha cambiado mi vida”. dijo entonces al referirse al cambio extremo que experimentó luego de la operación que se le practicara en el Hospital de Amiens, en el norte de Francia.

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