Los cigarrillos electrónicos, también conocidos como ‘vapers’, fueron inventados en 2003 por el farmacéutico chino Hon Lik, quien buscaba una alternativa menos dañina al tabaco tradicional. Estos dispositivos funcionan calentando un líquido que se convierte en vapor, el cual es inhalado por el usuario. Aunque el concepto de un cigarrillo sin combustión se remonta a la década de 1960, no fue hasta principios del siglo XXI que los cigarrillos electrónicos comenzaron a ganar popularidad a nivel mundial, según se informa en Vaporplanet.
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Uso del vapeo entre adolescentes en Ecuador
Un estudio reciente en Ecuador, compartido por Lourdes García López, médico investigador y catedrática Escuela de Medicina UIDE, reveló que casi tres de cada 10 adolescentes han probado el vapeo. Expertos alertan sobre sus efectos en los pulmones, el corazón y el sistema inmune. La doctora García López advierte sobre la creciente adicción y toxicidad de estos dispositivos.
Incremento del consumo de cigarrillos electrónicos y sus consecuencias
En la última década, los cigarrillos electrónicos con nicotina se volvieron la forma más popular de consumir tabaco entre adolescentes e incluso niños. Su diseño atractivo y sabores artificiales captan el interés juvenil. Así lo señala la doctora García López, quien advierte que esta popularidad ha coincidido con un aumento de lesiones pulmonares asociadas al vapeo.
Cifras en Ecuador
En 2024, médicos del Centro de Especialidades Respiratorias (CER) de Quito realizaron un estudio en 10 colegios privados de Quito y Guayaquil, con 2 200 estudiantes de bachillerato. La investigación fue presentada en el Congreso ALAT 2024 en Chile, comenta García López.
Los resultados muestran que:
- El 94% de los encuestados conoce los vapeadores.
- El 29,3% ha vapeado alguna vez.
- El 8,5% los usa activamente.
- El 73% ha visto publicidad de vapeadores.
- De los 188 vapeadores activos, el 76% cursa el bachillerato.
¿Qué contienen los cigarrillos electrónicos?
Los cigarrillos electrónicos funcionan al calentar líquidos compuestos por propilenglicol (PG) o glicerina (GLY), nicotina, saborizantes, humectantes, alcoholes y otras sustancias químicas. El aerosol producido se inhala y contiene altos niveles de nicotina, una sustancia adictiva presente en el tabaco.
Según García López, estos productos han desarrollado formas más solubles de nicotina. Esto permite concentraciones superiores a 50 mg/ml, con una inhalación más suave y más adictiva.
Un cigarrillo tradicional contiene entre 8 y 20 mg de nicotina, pero solo se absorbe 1 mg en el torrente sanguíneo. En contraste, el vapeo permite una biodisponibilidad mayor, lo que aumenta la dependencia.
Riesgos de los aditivos
Los saborizantes usados en estos líquidos, aunque seguros para la ingestión, no lo son necesariamente para la inhalación. Muchos son citotóxicos.
Los humectantes, como el propilenglicol, están catalogados como GRAS (Generalmente Reconocidos Como Seguros), pero esa clasificación se refiere solo al consumo oral, no a la inhalación.
Al calentarse, el PG y la GLY generan aldehídos tóxicos como formaldehído, acetaldehído y acroleína. Estos compuestos están relacionados con cáncer y otras enfermedades graves, explica la especialista.
Además, los dispositivos liberan metales pesados como cromo, níquel, plomo y aluminio, especialmente cuando la mecha del vapeador se seca y la temperatura supera los 1 000 °C. Esto dificulta evaluar el nivel de toxicidad total, que depende de múltiples factores como diseño y configuración del aparato.
Daños en el cuerpo humano
- Toxicidad oral: El vapeo altera el microbioma oral y puede causar caries, enfermedad periodontal y lesiones en la mucosa. También se han detectado daños al ADN con posibles efectos cancerígenos.
- Toxicidad nasal: Los usuarios muestran una reducción en la expresión genética del sistema inmunológico nasal, lo que facilita infecciones virales y bacterianas.
- Toxicidad pulmonar: La afección más grave es el síndrome EVALI (E-cigarette or Vaping product use Associated Lung Injury). Causa neumonitis, daño alveolar difuso e incluso muerte. Algunos casos requieren oxígeno permanente o ventilación mecánica.
- Toxicidad cardiovascular: El vapeo se relaciona con dolor de pecho, infartos, arritmias y otros problemas cardiacos. Algunos estudios incluso indican que el riesgo cardiopulmonar supera al del cigarrillo convencional.
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