Con el incremento de los ataques informáticos, las empresas han visto la necesidad de incrementar herramientas tecnológicas para cuidar sus datos y proteger sus comunicaciones.
Entre las situaciones que buscan prevenir se encuentran la pérdida de datos corporativos, las interrupciones inesperadas en sus comunicaciones como consecuencia de malware, o los ataques constantes de ransomware.
Según un informe de tendencias presentado por la empresa de software de información Veeam, durante el último año el 68% de las organizaciones comenzó a utilizar la nube como parte de su estrategia de protección de datos.
El objetivo es prevenir situaciones de riesgo en su compañía. De ahí que sea clave que todos los datos allí alojados tengan un manejo adecuado que los mantenga a salvo de amenazas.
En este contexto, la protección de datos se ha convertido en un área de mayor inversión que busca proteger las cargas de trabajo modernas. Según Javier Castrillón, experto en soluciones para Veeam, la mejora de la protección de datos se impulsa principalmente por la aceptación de que los ciberataques son una posibilidad real.
En este sentido, menciona el directivo, es preciso desarrollar una estrategia que permita la recuperación orquestada y confiable de los datos.
Las tendencias de este 2022
Según el estudio, hay tres tendencias que se impusieron en 2022 para la protección de datos empresariales: trabajo híbrido, mayor conciencia sobre los ataques y la relevancia de la información.
En el primer caso, el experto sostiene que los términos ‘híbrido’ y ‘multi’ han llegado para quedarse. Es decir que alojar toda la información en una misma modalidad ya no está dentro de las opciones de muchas empresas.
La diversidad que existe en la actualidad en las formas de trabajo ha hecho que se tenga que optar por tener un 50% de la información en servidores en instalaciones locales y otro 50% en servidores alojados en la nube.
Sobre la concientización, el texto sostiene que la motivación de las empresas para cambiar sus procesos de protección de datos se basan en la mejora cualitativa de la confiabilidad, la frecuencia de protección y las recuperaciones ágiles.
Finalmente, las empresas han dejado de dividir su información entre ‘muy importante’ y ‘poco relevante’. Ahora, su preocupación es mantener a salvo toda la información. Para ello han optado no solo por hacer uso del backup para proteger la información.
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