La historia de las “guerras tecnológicas” entre naciones está marcada por disputas que han definido el curso del desarrollo humano.
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Desde la carrera espacial entre Estados Unidos y la Unión Soviética hasta la actual competencia por la inteligencia artificial (IA), los países han trabajado por liderar en innovación y tecnología. En este contexto, el surgimiento de DeepSeek, una nueva IA desarrollada en China, ha encendido una aparente “guerra tecnológica” entre EE. UU. y China.
Contexto histórico de las “guerras tecnológicas”
Las “guerras tecnológicas” no son un fenómeno nuevo. Durante la Guerra Fría, EE. UU. y la Unión Soviética compitieron ferozmente por la conquista del espacio, lo que culminó en la llegada del hombre a la Luna en 1969. Esta rivalidad impulsó avances significativos en ciencia y tecnología, y estableció un precedente para futuras competiciones. En las últimas décadas, a partir de la tecnología desarrollada durante esta “guerra”, se ha visto una evolución en múltiples frentes, desde el desarrollo de Internet hasta los avances en biotecnología, según recoge Xataka. Sin embargo, la inteligencia artificial ha emergido como uno de los campos más cruciales para el futuro de las naciones.
Documental sobre la carrera espacial:
Nueva “guerra” por la inteligencia artificial
El reciente lanzamiento de DeepSeek ha alterado el equilibrio del poder tecnológico. Esta IA china ha alcanzado popularidad rápidamente, convirtiéndose en una fuerte competidora para ChatGPT de OpenAI y otras tecnologías estadounidenses, a decir de EFE, citado por SWI.
DeepSeek se distingue por su enfoque en el código abierto y su eficiencia de costos, lo que le permite atraer a un amplio público tanto en EE. UU. como en China, de acuerdo con AS.
El impacto de DeepSeek se siente profundamente en empresas estadounidenses como Nvidia, que han visto caer sus acciones significativamente tras el éxito de esta nueva IA, siguiendo con EFE. Nvidia, conocida por sus unidades de procesamiento gráfico (GPUs), es fundamental para el desarrollo de IA y su caída refleja la urgencia del desafío que representa DeepSeek.
La lógica de código abierto de DeepSeek podría acelerar la evolución y mejoras en este tipo de IA, lo que recuerda a la rápida evolución tecnológica posterior a la Guerra Fría, impulsada por la competencia entre EE. UU. y la Unión Soviética.
Carrusel explicativo sobre DeepSeek:
Estrategias de EE. UU. y China
La respuesta de EE. UU. ante esta amenaza se traduce en inversión. El presidente Donald Trump apuesta por el proyecto ‘Stargate’, que destinará 500 000 millones de dólares para impulsar el desarrollo de IA en Estados Unidos, a decir de EFE. Este esfuerzo busca no solo recuperar terreno perdido frente a China, sino también establecer un liderazgo claro en el ámbito tecnológico.
China, por su parte, ha estado invirtiendo fuertemente en su infraestructura tecnológica desde hace años. La estrategia “Made in China 2025” busca posicionar al país como líder mundial en IA para 2030, según se analiza en Grand Continent. Las sanciones impuestas por EE. UU. han forzado a China a innovar más rápidamente y a desarrollar tecnologías que antes dependían del acceso a chips avanzados estadounidenses, recoge El País.
Implicaciones geopolíticas
La competencia por la inteligencia artificial tiene implicaciones geopolíticas significativas. La inteligencia artificial no solo afecta a las economías nacionales; también influye en cuestiones de seguridad nacional y estabilidad política, siguiendo con Grand Continent. Los países buscan integrar IA en sus fuerzas armadas y estrategias de defensa, lo que transforma la naturaleza misma del conflicto moderno.
Como señala un análisis reciente que consta en Grand Continent, “la arsenalización de la IA adopta la forma de una guerra cognitiva que se extiende a escala de sociedades enteras”. Esto significa que no solo se compite por recursos tecnológicos, sino también por influir en las percepciones y comportamientos a nivel global.
Opinión de especialistas
Para Sebastian Tamayo y Vladimir Bonilla, docentes universitarios de la UIDE, La competencia entre Estados Unidos y China por la supremacía en inteligencia artificial (IA) es clave para el equilibrio de poder global del siglo XXI. Ambos países reconocen la IA como fundamental para el desarrollo de la sociedad, ya que influye en áreas como seguridad nacional, economía y ciberseguridad. China, con su “Plan de Desarrollo de IA de Nueva Generación” lanzado en 2017, busca convertirse en líder mundial en IA para 2030, con fuertes inversiones en investigación y empresas como Baidu, Alibaba y Huawei desarrollando tecnologías avanzadas. Mientras tanto, Estados Unidos lidera con gigantes tecnológicos como Google, Microsoft y OpenAI, que impulsan la innovación y el avance de la IA generativa.
Continuando con los docentes, esta rivalidad no solo se limita a avances tecnológicos, sino que también tiene implicaciones políticas y estratégicas. Desde 2018, EE.UU. ha impuesto sanciones a China, lo que ha limitado su acceso a tecnologías clave como semiconductores y chips avanzados. En respuesta, China ha acelerado su desarrollo interno y ha creado alternativas como DeepSeek, una competencia más accesible frente a ChatGPT de OpenAI. Esta “Guerra Fría” de la inteligencia artificial va más allá de la tecnología, ya que refleja una lucha por la hegemonía global, con profundas implicaciones en la economía y la seguridad internacional.
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