El 1 de septiembre de 1983, el vuelo 007 de Korean Air, con 269 personas a bordo, fue derribado por cazas soviéticos. El avión comercial seguía un rumbo equivocado. En vez de aproximarse a Seúl enfilaba hacia Vladivostok, la base de la flota soviética en el Pacífico. No hubo supervivientes.
Como consecuencia, el presidente estadounidense Ronald Reagan, para evitar tragedias semejantes, tomó una decisión histórica: puso a disposición del público, de forma gratuita, una tecnología militar que había dado ventaja estratégica a los estadounidense hasta entonces: el GPS, un sistema de posicionamiento mundial.
Sin embargo, hasta el año 2000, la población civil no disponía de un GPS totalmente libre. Hoy son los ojos de nuestra sociedad.
Posibilidades no explotadas
Con la llegada de los celulares inteligentes y sus múltiples aplicaciones, el sistema GPS se ha expandido al ocio, al trabajo y a otras aplicaciones móviles. Pero apenas somos conscientes de su uso.
Gracias al GPS se puede saber adónde se va, por dónde y cuánto tiempo se tardará en llegar. El informático Paúl Tamayo dice que, en efecto, la función más evidente del GPS es la navegación entre dos puntos. Pero recuerda que tiene otras muchas posibilidades.
Detalla que, por ejemplo, el GPS permite al usuario conectarse con el entorno. “Gracias a esta herramienta se puede recibir información muy útil, como la ubicación de hospitales, estaciones de policía, hoteles y restaurantes”.
Asimismo, la plataforma posibilita al cibernauta estar en contacto con un grupo de personas si se separa de estas. Por ejemplo, cita Tamayo, si se recorre el Centro Histórico de Quito en grupo, ya no hará falta ver la banderita del guía o ir con ropa distintiva para no perderse del grupo. Esto debido a que otras aplicaciones conectadas al GPS en el teléfono móvil permiten compartir la ubicación en tiempo real con una o varias personas.
Ese es el caso de WhatsApp, que hace posible enviar la ubicación en tiempo real a una o varias personas, hasta por ocho horas. Basta activar la función que lleva el mismo nombre.
Utilidad en el sector rural
Galo Armas, ciclista de ruta, afirma que la función de ubicar a otros en tiempo real es especialmente útil cuando se sale al campo, y los compañeros de recorrido se adelantan o retrasan. Normalmente, no podrían estar seguros de la ruta seguida por sus compañeros en sitios como una bifurcación.
Además, el GPS le permite ver a cada uno la situación y el tiempo estimado de llegada de los integrantes del grupo. Esto, a su vez, permite viajar más seguro.
Otras aplicaciones para móviles, como Cairn, pueden también enviar mensajes de inicio y finalización de ruta. Además, logran gestionar la batería del móvil para que no se agote durante la navegación. También enviar a familiares y contactos mensajes de “sigo bien”. Se hace en condiciones al aire libre, donde no suele haber cobertura para teléfonos celulares.
Armas detalla que también utiliza el GPS para saber dónde están sus niños. La herramienta le da esa seguridad adicional gracias a los localizadores. AngelSens, por ejemplo, es un dispositivo que se desarrolló para niños con necesidades especiales y que actualmente se utiliza para monitorizar su actividad y ubicación y comunicarse con ellos en caso de emergencia.
También existen collares con GPS para perros y gatos. De hecho, con los localizadores también es posible ubicar bicicletas o autos, en caso de pérdida o robo.
Otra aplicación, anexa a GPS, que se pueden utilizar y bajar de forma gratuita en el ‘smartphone’ es Tsunami Warning. Este programa monitoriza terremotos y tsunamis en todo el mundo, y avisa a sus usuarios por SMS, voz y correo electrónico.
Asimismo, gracias a los receptores GPS instalados en el suelo, las autoridades pueden determinar el epicentro de un terremoto, su magnitud y si este va a producir un tsunami, para avisar con antelación a la población susceptible de sufrir las consecuencias.
El GPS también puede ser utilizado como elemento de seguridad pasivo; ni siquiera hay que estar pendiente del móvil. Se puede pedir ayuda incluso inconsciente.
Galo Armas dice que, por ejemplo, el casco inteligente EVO21, para ciclistas, detecta caídas. Si en 90 segundos no hay actividad del usuario envía un SOS con la ubicación a los contactos escogidos.
Origen
Investigadores estadounidenses del MIT advirtieron la frecuencia de los pitidos del satélite ruso Sputnik y la usaron para determinar la ubicación y velocidad de cualquier vehículo sobre la superficie terrestre.
Dispositivos
Tanto los teléfonos móviles como los relojes inteligentes de muñeca funcionan como navegadores. Los aparatos con GPS tipo Garmin se conectan directamente con los satélites. Son más útiles en el campo.
Precisión
La exactitud del dispositivo dependerá de las condiciones atmosféricas (las nubes y tormentas eléctricas suelen interferir las señales de los satélites). También influyen el relieve y la vegetación del entorno.
Funcionamiento
El sistema GPS es mantenido por la Fuerza Aérea estadounidense. Manejan 31 satélites desde la base Schriever, en Colorado. Los satélites emiten señales. A través de su triangulación se determina la posición.
24 horas al día opera el GPS. Se basa en la señal de 31 satélites de EE.UU, que en ese lapso dan dos vueltas a la Tierra.
4 sistemas de posicionamiento global coexisten: GPS, EE.UU; Glonass, ruso; Galileo, europeo; y Beidou de China.