Basta uno o dos días sin revisar el correo electrónico, para que la bandeja de entrada se sature. Con frecuencia, la mayoría de los mensajes recibidos es ‘spam’, mensajes no solicitados acompañados de archivos adjuntos.
La herramienta Outlook fue una de las primeras en facilitarle la vida al usuario, cuando diseñó el sistema que identifica con colores la procedencia de cada uno de nuestros mensajes.
Aunque hay algunas herramientas útiles para gestionar el correo, ninguna era capaz de clasificar los mensajes por su relevancia.
Ahora hay un programa que facilita esta tarea. El Gmail identifica los correos electrónicos más importantes para cada usuario.
Para lograrlo, un sistema analiza nuestros hábitos en el uso del correo para clasificar los nuevos mensajes, de acuerdo a lo que es más relevante para nosotros.
Si Google fue capaz de desarrollar un sistema eficaz para desplegar las búsquedas por Internet, también lo será a la hora de ayudarnos a organizar nuestro correo.