Quería probar el funcionamiento de una celda de hidrógeno en el motor de un vehículo. Con esta intención, el físico Carlos Duque empezó a diseñar, hace seis meses, un sistema de hidrógeno para los motores.Ubicó una celda de hidrógeno que se conecta al encendedor de cigarrillos. El cable de producción de hidrógeno se conecta, a su vez, al filtro de aire del vehículo, lo que permite que el motor funcione con una mezcla de hidrógeno, oxígeno y gasolina.
Esta mezcla produce una combustión más completa que la generada por la gasolina simple, lo cual posibilita la reducción de los gases contaminantes.
Además, aumenta la fuerza del motor y se reduce el consumo del combustible.
Este físico, quien estudió en la Escuela Politécnica Nacional (EPN), diseñó celdas de hidrógeno desechables, para evitar que se deterioren, como ocurre con las celdas tradicionales.
“El simple hecho de dejar destapada el agua permite que crezcan bacterias que contaminan el agua y producen calentamiento”. Cuando el agua se calienta hay vapor de agua que cuando ingresa al motor lo destruye.
Dice que los electrodos de la celda de hidrógeno se deterioraran en poco tiempo por la mala calidad del agua.
Este inconveniente limita el uso de las celdas de hidrógeno.
Al ser celdas desechables, el usuario ahorra el rubro de su mantenimiento.
Duque construyó las celdas con polímeros reciclables. Además está calculada para determinado kilometraje que podría llegar a 5 000 kilómetros.
Los vehículos en los cuales funciona este sistema son una camioneta tipo Super Carry 1000 y un Fiat Premio 1300.
Estos modelos operan sin problemas. Durante las pruebas se nota una disminución en los depósitos de carbón y contaminantes.
También se reduce el consumo de combustible entre el 10 y 20% en el modelo electrónico y hasta un 30% en el modelo a carburador. Estas cantidades varían de la ciudad a la carretera, donde el motor requiere más hidrógeno. Las celdas también se probaron en generadores eléctricos, automóviles, barcos y buses.
Desde el año pasado se instalaron en vehículos particulares.
El sistema creado por Duque fue fabricado en los talleres Mena, localizados en el sur de Quito.
La mayor dificultad, dice, fue conseguir los reactivos químicos y los electrodos adecuados, que pueden ser de titanio.
Para él, los circuitos electrónicos son fáciles de construir.
El investigador espera que el Ministerio Coordinador de la Producción Empleo y Competitividad invierta en el proyecto para diseñar estas celdas en mayor escala y dotar a los usuarios de este sistema.