El investigador en el Ecuador tiene libertad para elegir el ámbito de sus investigaciones, enmarcadas dentro de una política de Estado que establece áreas prioritarias para la investigación. El científico, entonces, tiene la libertad de determinar su aporte a la sociedad, al sector productivo, a la salud y al sector industrial. Sin embargo, no puedo dejar de preguntarme ¿si esta libertad de elección no ha llevado a justamente mermar el aporte de los investigadores al avance y desarrollo del país?
No será que en un país como el nuestro, en donde la inversión en ciencia y tecnología es y ha sido incipiente, se debería direccionar la investigación e incluso determinar el alcance de estas investigaciones. No se trata de limitar el accionar de los investigadores, sino de alcanzar metas conjuntas que permitan el avance óptimo de la ciencia y tecnología y lograr mayor desarrollo.
Direccionar áreas temáticas de investigación y definir alcances no restringe la libertad de acción. Por el contrario, le habilita al individuo a hacer uso de ella en función de las opciones que se le presentan con el fin de lograr metas comunes.