Más personas en áreas urbanas se sumaron a la búsqueda de empleo en abril pasado. El número de quienes consiguieron una ocupación también aumentó.
En la humilde vivienda de Juan Chaluisa se sienten las penurias de la cuarentena a consecuencia del covid-19. Tiene 76 años y echa de menos su trabajo desgranando granos en una tienda del sector Alma Lojana, ubicado más abajo de su barrio Buenos Aires, en el centro-oriente de Quito.
El desempleo no solo ha crecido en las zonas urbanas del Ecuador. El número de desempleados en las áreas rurales se había mantenido en menos de 45 000 personas en los dos últimos años, con corte a septiembre, pero la reciente encuesta de empleo del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) evidencia un repunte.
En lo que va del año, la Policía Nacional ha atendido 120 779 llamadas de auxilio por diversas causas. En cuanto a delitos, la institución ha determinado que de un grupo de 919 víctimas, 872 son ecuatorianas, 24 venezolanas, 13 estadounidenses y 10 colombianas.
El agua es un recurso vital que cada vez es más escaso. Su uso indiscriminado, el aumento de la población global y los efectos del cambio climático ponen en riesgo el panorama a futuro en el planeta.
Las olas de calor en las zonas urbanas podrían ser más tolerables con la presencia de árboles. Además de purificar el aire, estudios internacionales demuestran que estas especies ayudan a disminuir la temperatura ambiente hasta en 8°C.