Las calles del barrio Santas Vainas, centro este de Esmeraldas, están convertidas en un lodazal. En ese sector la tierra que bajó de las lomas vecinas copó vías y dificulta el paso de vehículos y peatones. Cerca de allí, hacia la ladera, están los barrios 5 de Agosto y Betania. Con las lluvias del pasado 17 de enero, las calles de tierra ahora tienen forma de surcos, por la fuerza con que llegó el agua. El lodo se acumuló cerca de la casa de Estefanía Vera, situada en el barrio Santas Vainas. Ella se puso botas para salir a la vía principal y tomar un transporte. “Necesitamos que las calles tengan asfalto y que el sistema de alcantarillado se mejore, porque con las últimas lluvias colapsó y el agua ingresa por el inodoro de la casa”, asegura Vera, quien trabaja como empleada de ferretería. Pero no es el único sector de Esmeraldas que registra daños. En el norte, en el barrio El Embudo, un derrumbe afectó a un templo. El desplome dañó los equipos de amplificación y las sillas. La sala d