Tal como está el país, solo el desarrollo de la minería metálica y una diversificación importante de las exportaciones determinarán la recuperación económica y social del Ecuador.
Lo que se ha propuesto hasta aquí no va a resolver los problemas desequilibrantes de la economía ecuatoriana. Hace falta un liderazgo económico para hacer un plan confiable, serio y firme, que consiga credibilidad, tanto dentro como fuera del país, como dice Augusto de la Torre, para tener una mano segura que conduzca a resolver bien lo de los subsidios y lo del déficit fiscal considerando incluso la subida del IVA.
Toda política pública debe fundarse en la razón y ser decidida con base en conceptos y normas racionales en un contexto que atienda –hoy y mañana- al bien común. Cuando se creó el bono de la pobreza, a instancias del Banco Mundial, se aceptó que había que ayudar directamente a la población muy pobre y ha funcionado en buena forma durante más de 20 años porque ha sido bien focalizado.
Cuidar la salud es la primera obligación del Estado. Nada es tan importante. Si el Estado no puede entregar combustibles buenos es mejor que decida su libre importación en aras de no afectar más a la salud de millones de ecuatorianos. Nuestro país, mentalmente subdesarrollado, mas bien disminuyó hace 4 años el octanaje de la gasolina extra de 87 octanos a 85 y el de la súper de 92 a 90, cuando lo deseable es por lo menos 95 octanos. Por esto los pobladores seguimos respirando humo venenoso, pagando más por los mismos combustibles malos.
Si no hay más empleo adecuado ningún plan es bueno para la gente. Si no hay crecimiento económico per cápita no se crearán más plazas de trabajo. Mas - se diga o se calle - se va a achicar el tamaño del Estado, que significa menos empleo público que debe ser compensado con empleo privado, so pena de causar una recesión inmediata y el retroceso de la clase media vulnerable hacia la pobreza que ya padeció.
Este país es el único del mundo que no nos compra los camarones que el Ecuador vende a todos los demás países del mundo cumpliendo con todas las exigencias zoosanitarias. Similar problema tuvimos durante décadas para venderle banano no obstante que Brasil es uno de los mayores productores del mundo. Es que el proteccionismo de Brasil en favor de sus productores es excesivo y por eso es uno de los miembros de la Organización Mundial de Comercio –OMC- que más litigios enfrenta.
Las cuentas fiscales se pueden equilibrar si correlativamente bajan los gastos y aumentan los ingresos, pero el proyecto económico urgente tiene un enfoque contradictorio: bajan las fuentes de ingreso y no se concreta la disminución de gastos.
Ha transcurrido un año en cámara lenta, dentro de un contexto complejo debido a las turbulencias políticas, la corrupción, el terrorismo de los narcotraficantes, el déficit fiscal dejado por Correa, las obras inacabadas y fallidas, la ruptura dentro de alianza país que se diga o se calle afecta a la gobernanza, cuya implosión todavía no se ha decantado como para tomar decisiones durables y de consuno con la Asamblea Nacional.
Según el Informe 2017 de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el cultivo de la coca en el mundo creció del 2013 al 2015 en un 30%, especialmente en Colombia. En 2015 hubo 17 millones de consumidores de cocaína y desde entonces está aumentando en Europa, Estados Unidos y países de Asia.
¡Antes que nada, que pronto regresen Javier, Paúl y Efraín!
No es responsable creer que el próximo 24 de mayo el Ecuador pueda adjudicar la Refinería del Pacífico a una empresa privada, como dice el joven ministro de Comercio Exterior (Líderes marzo 19/2018), cuando el ministro de Hidrocarburos dijo que hay que gastar USD 3 000 millones más en obras complementarias y necesarias para una refinería. Es decir que con los USD 1 500 millones que ya se malgastaron vamos a invertir USD 4500 millones en favor de la empresa que quiera hacer dicha obra, con lo cual la gasolina que se produzca sería la más costosa del mundo e imposible de exportar. El apresuramiento y la falta de conocimiento de la complejidad de estas grandes obras son factores que generan ilusiones costosísimas, tal como ya ocurrió con el macro error de Correa al respecto.
El gobierno debe apoyar fuertemente al SRI y darle las herramientas legales y tecnológicas para que proceda a recaudar los impuestos que están impagos, cuyo monto supera los USD 4 000 millones, de los cuales la mitad estaría cerca de una pronta solución jurídica, que aliviaría la penuria fiscal y haría innecesario aumentar impuestos. Los empresarios concernidos deberían preferir no litigar tanto y por todo, si han logrado con su trabajo obtener utilidades, en un momento delicado de la economía ecuatoriana que requiere corresponsabilidad fructífera de todos, para disminuir las necesidades de endeudamiento y poner en marcha un plan nacional creíble de transición política y económica.
A las empresas de Estados Unidos que exportan al Ecuador alrededor de USD 4.300 millones anuales les ha de convenir un acuerdo comercial, para vender sin aranceles y precautelar sus negocios que podrían disminuir si nuestras importaciones se desvían hacia Europa en virtud del Tratado Comercial vigente. Por pequeño que sea nuestro mercado, las empresas estadounidenses, que venden el 21% de las compras que hace el Ecuador, querrán seguir abasteciendo de maquinaria, equipos, productos electrónicos, farmacéuticos, automotores, insumos agrícolas e industriales, bienes de consumo. Esto es un poder de negociación que tiene el Ecuador.
No puede ser el mismo, con base en endeudarse y endeudarse sino de producir y producir. Hace falta un plan hasta el 2021 con un horizonte temporal al 2025, para recuperar el crecimiento con mayor productividad y disminuir el déficit fiscal para alcanzar equilibrio macroeconómico. A tal efecto es preciso un fuerte liderazgo, con sentido de lo importante, que cree empleo adecuado mediante un enfoque gradual y simultáneo tanto en lo fiscal como en lo productivo, porque si solo se baja el gasto público y no hay el correspondiente dinamismo productivo privado, el desempleo agudizará el estancamiento económico.
Ha causado malestar la subida de los impuestos prediales porque a nadie le gusta pagar tributos, aunque no es justo reclamar obras sin contribuir con lo necesario, por lo que los quiteños debemos estar dispuestos a colaborar con la Municipalidad siempre que las cosas se hagan bien. Claro que habrá que revisar los casos injustos y excepcionales, pero para el futuro quizá se podría imitar a lo que al parecer hizo la Alcaldía de Bogotá cuando pidió a los propietarios de bienes inmuebles que comuniquen por escrito el valor de su propiedad para el cálculo de la base imponible del impuesto predial, con la condición de que la municipalidad se reserva el derecho de comprar el inmueble cuando estime que está barato. De esta manera se hizo un esquema básico de recaudación justo, que dio tranquilidad a los propietarios y recursos a la ciudad de Bogotá.
Que ciertos factores de inestabilidad política no afecten a la gobernabilidad y a la paz del Ecuador. Que luego de haber vivido enervados por 10 años de confrontación recobremos la tranquilidad para que las decisiones de gobernantes y gobernados sean sopesadas con sapiencia y serenidad. Que el gobierno logre generar confianza y sepa afrontar los problemas principales de la gente, sin ofrecer más de lo que puede dar. Que los objetivos de la sociedad se alcancen a base de esfuerzos individuales y colectivos, sin esperar subsidios, donaciones ni regalos, porque ya no hay con qué.
No tienen que ver con pensamientos inesperados para el cercano Día de Inocentes sino con la preocupación de que no podemos seguir como estamos, pues la política económica se está haciendo a base de ocurrencias que vienen a la mente de repente, para aumentar la recaudación fiscal (¿solo en 45 millones de dólares?), porque el Gobierno no cuenta – ni contará - con un plan diseñado para la situación del país, ni tiene un equipo de pensamiento homogéneo para reactivar el desarrollo económico con criterio social.
El mundo subdesarrollado camina hacia la apertura comercial de ida y vuelta, es decir hacia la apertura de su mercado para obtener recíprocamente la apertura de otros mercados, a fin de ordenar el comercio internacional en función de la productividad de cada país. Lo que hizo el Ecuador al pactar un acuerdo comercial con la Unión Europea deberá replicar con el resto del mundo para competir abiertamente, pues el intercambio a base de preferencias comerciales tiende a su fin como mecanismo unilateral sujeto a condicionamientos limitantes. Entonces a menos preferencias más productividad.
La sensibilidad del ser humano respecto de sus dineros es normal en cualquier parte del mundo y mal podemos incurrir en el error de poner impuestos cuando el dueño de los depósitos bancarios quiere retirar sus dólares, pues se corre el riesgo de provocar un retiro importante de fondos si el público siente que hay expectativas negativas y nerviosas, considerando que la debacle bancaria de fin de siglo que no está olvidada en el Ecuador.
Al parecer no habrá un plan económico propiamente dicho, sino medidas para administrar la crisis, para bajar gradualmente el tamaño del desequilibrio fiscal, lo que es grave en un país de vulnerabilidades estructurales como el Ecuador, que históricamente no han sido afrontadas por privilegiar popularidad política en forma clientelar, no solo para ganar elecciones sino durante el ejercicio del poder. Ahora, por ejemplo, a pesar del espíritu dador del presidente Moreno, no va a poder satisfacer las ofertas de campaña electoral y Toda una Vida solo persistirá como canción.