Utilizando herramientas desarrolladas para monitorizar terremotos, investigadores concluyen que los elefantes pueden comunicarse creando vibraciones en el suelo mientras se mueven y emiten barritos.
Para los amantes de los gatos, pocas cosas se comparan con la sensación de acariciar un minino que ronronea. La calma y la tranquilidad vuelven mientras el estrés y las preocupaciones se pierden entre las ondas que produce el felino al ronronear.
Un dispositivo menor que una moneda de un centavo puede obtener energía de las vibraciones ambientales y alimentar sensores o aparatos de poca potencia, según explicaron los científicos que lo han desarrollado, del Instituto de Microelectrónica de Barcelona (IMB-CSIC), este 12 de abril del 2016.
Varias vibraciones, provocadas por la presión del aire en una tubería de agua, angustiaron la noche del 9 de enero del 2016 a los habitantes del barrio Bellavista, de la parroquia La Esperanza, en la ciudad de Ibarra, provincia de Imbabura, norte de Ecuador.