Veladas libertarias se viven y fechas se evocan. Hoy se recuerda la masacre de aquellos, que en 1810, fueron muertos por seguir su ideal de patria, acaso guiados por la máxima del poeta Horacio: “Dulce et decorum est pro patria mori”. Ahora, más allá de si la patria ya es de todos o sigue siendo de pocos, reflexionamos sobre esa palabra, emparentada con la épica y el romanticismo, sobre ese concepto que ha sido defendido, vejado, apropiado o cuestionado.