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vanidad

Adiós a los metrosexuales, llegaron los spornosexuales

El nuevo modelo masculino dejó atrás la obsesión desmesurada por la figura, los tratamientos de belleza y la moda. Hoy muestran con orgullo su cuerpo “trabajado”, son cultos y tienen una cuota (moderada) de vanidad.

Se hunde la vanidad

Parafraseando el titular del artículo “Se hundió la soberbia” (EL COMERCIO, sábado 30 de abril de 2016), permítame decir que también debe hundirse la vanidad. El Sr. Pablo Cuvi, en un ameno relato se remite a experiencias de su niñez y refiere casos reales trágicos, deportivos y cinematográficos para concluir que, tarde o temprano, los soberbios reciben su castigo.

Mujer dejó de sonreír a los 10 años para no arrugarse

Una parálisis facial puede tener diversas causas, desde un accidente cerebrovascular hasta el contagio de algún virus. Pero decidir libremente no mover nunca más los músculos del rostro para prevenir la aparición de arrugas, es otra cosa totalmente distinta.

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