El uso y el abuso

Parece que el chantaje se ha entronizado en el mundo. Ya mismo, en las relaciones interpersonales, vamos a encontrar gente que si deseas estar en contacto con ellos, tienes que exponerles tus gustos, preferencias, prácticamente toda tu vida, para que puedas ser manipulado al antojo de ellos.

Cada vez es más frecuente, que si entras a Google, a las redes sociales, o quieres leer sobre algo, te encuentras con la noticia, cubierta con un anuncio que si quieres leer eso, tienes que aceptar que espíen tu vida (lo que ya han estado haciendo), y aceptar que ellos pueden usar lo tuyo como les venga en gana, e incluso pasarlo a otros (ya sea por venta, canje o lo que sea).

Este tipo de chantaje es inadmisible. Preferible es que no pasen nada, o que cobren por el uso. Este tipo de chantaje pues demuestra la deshonestidad de los directivos y del personal que trabaja en ellos.

Ahora ya no es sólo que ellos sepan cuáles son tus preferencias (lo que saben si tienen el registro de lo que ordenan las personas cuando hacen sus pedidos (lo que es lógico que puedan saberlo si almacenan su información), pero ya intercambiar estos datos con otras compañías ya pasa a ser un delito, pues yo no les he comprado nada a ellos y el respeto a la confidencialidad, no debería permitir que eso ocurra.

La mayor parte las búsquedas están bloqueadas por estos anuncios. Prácticamente todas las búsquedas tienen la cláusula que exige el aceptar ser espiado, o que se sepa y se pueda comentar sobre tus gustos o preferencias.

¡Debería haber un alto a este abuso!
La privacidad individual es muy valiosa y el chantaje de exigir que se les permita que podamos ser espiados, es un acto repudiable, que no debería existir, sino solamente entre bandas de mafiosos.

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