En el interior de un inmueble permanecía una pareja que custodiaba sacos de cocaína con tres armas de fuego.
Una organización narcodelictiva desarticulada por la Unidad de Investigaciones Antinarcóticos (UIAN) de la Policía, usaba terrenos en los cantones Canoa y Pedernales (Manabí), para enterrar y almacenar cocaína.