En un cortometraje sobre la historia tsáchila se plasman las diferentes tradiciones que se viven a diario en cada comunidad de la nacionalidad indígena ubicada en Santo Domingo.
Entre aplausos y globos recibieron a Aicardo Arrubla, de 70 años, en Santo Domingo de los Tsáchilas, en el occidente de Ecuador. Él se propuso recorrer el Ecuador a pie y en bicicleta para fomentar la vida saludable en los jóvenes.
Los integrantes de la nacionalidad Tsáchila cada vez son más visibles en cargos públicos de entidades de Santo Domingo de los Tsáchilas.
Durante esta semana, los tsáchilas terminaron de organizar las actividades con las que esperan a turistas nacionales e internacionales.
Un camión llega cada semana a la comuna tsáchila Chigüilpe, en Santo Domingo. En ese vehículo se transporta plátano y yuca hacia Quito.
En la comuna Cóngoma Grande, ubicada en la provincia de Santo Domingo, los abuelos tsáchilas son los encargados de conservar la cultura de su nacionalidad. Una vez por semana ellos narran las leyendas de los antepasados.
La cultura de los Tsáchilas ha puesto a disposición del canto la riqueza de su lengua: el tsáfiqui. El coro de niños y ancianos Libertad, de la Casa de la Cultura Núcleo Santo Domingo es el encargado de poner en marcha este plan. Once niños y 11 ancianos buscan que la ciudadanía se interese por su idioma de la etnia tsáchila. Y por medio de villancicos tradicionales impulsan su aprendizaje.
En las comunidades tsáchilas, el medio más común para comunicarse e interactuar en la era digital es el celular. El 70% de los 2 500 integrantes de la nacionalidad Tsáchila, en Santo Domingo, empezó a utilizar el aparato con más frecuencia hace cuatro años.
Una delegación de la nacionalidad Tsáchila de Santo Domingo, en el occidente del Ecuador, fue cercada por un estricto dispositivo de seguridad en una de las vías de salida de la provincia. Hasta la tarde de este viernes, 12 de diciembre del 2014, los 300 nativos permanecían en los exteriores de una concesionaria de vehículos a espera de noticias sobre un pliego de peticiones que aspiraban presentarlo al presidente Rafael Correa.
Ivette Viña. Redactora Hilos de colores fuertes son entrelazados en un telar en la comuna Otongo Mapalí, en Santo Domingo de los Tsáchilas. Allí, Lorena Aguavil confecciona los bereques (cinturones típicos).
Cuando las aguas del río Chigüilpe, en Santo Domingo de los Tsáchilas, aún eran cristalinas, los antepasados tsáchilas aparecían con sus torsos desnudos y marcados con huito (pigmento natural).
Para Regina Calazacón, las palmas de sus manos se han convertido en “una especie de ecógrafo”. Esta partera tsáchila, de 53 años, asegura que a través de su tacto puede predecir el sexo de un neonato, su posición dentro del vientre, su condición de salud y hasta su porvenir.
La cultura de los nativos de Santo Domingo de los Tsáchilas se ha convertido en la inspiración de varios grupos artísticos de la localidad. Los acompasados movimientos, los vivaces colores de su vestimenta y sus costumbres están siendo plasmadas en diferentes puestas en escena que se desarrollan a escalas local e internacional.
Aurelio Calazacón levanta sus manos al cielo y ruega a la Virgen María y a sus dioses tsáchilas para que sus cosechas sean productivas este año.
El conjunto musical Bonkoro Tenka ha encontrado una manera de mantener su identidad lingüística: cantar en tsáfiqui cumbias, sanjuanitos, paseítos y merengues.
La orquesta tsáchila Bonkoro Tenka tiene el objetivo de promover y preservar su idioma y cultura a a través de la música.
Hace más de 20 años los habitantes de las comunidades Tsáchilas golpeaban las piedras de río para llamar a los espíritus de la prosperidad; esto también servía para que más turistas visitaran la zona.
Sentada sobre la tierra, María Aguavil pinta su rostro y torso desnudo con huito. Luego se pondrá su falda multicolor y los collares en su cuello, tal y como le enseñaron sus padres hace casi unas ocho décadas.
A María C. le detectaron artritis en unos recientes exámenes. La habitante de la etnia Tsáchila llegó al centro médico con hinchazón en sus articulaciones y dificultades para mover los dedos.
El flujo de viajeros en la terminal terrestre de Santo Domingo de los Tsáchilas, en el occidente del Ecuador, se duplicó con motivo de los 47 años de cantonización.