En la “Costa del Espacio”, alrededor del Centro Espacial Kennedy en Florida (en el sureste del país), los habitantes se debaten entre tristeza, amargura e inquietud por el futuro, a medida que se aproxima el último lanzamiento de un transbordador espacial estadounidense, el Atlantis, el 8 de julio. La emoción es todavía más intensa porque el fin de este programa, tras 30 años de existencia, es un auténtico golpe para la economía local. Unos 27 000 empleos directos e indirectos deberán desaparecer según responsables locales.