‘Con el tráfico, a una se le cambia el ánimo y el día’

Testimonio. Margarita Espinoza.

Yo vivo en Carcelén y dependiendo de mi turno, llego a mi trabajo en la mañana o en la tarde. Para el primer turno me subo en el bus Catar, que viene a la avenida De la Prensa, antes de las 06:00. En donde más embotellamientos hay es en la av. Del Maestro.

A veces viene lleno, pero imagínese que hago una hora desde mi casa. Si no es la hora pico hago como media hora o 25 minutos máximo. Eso me afecta, porque yo tengo que estar antes de las 07:00 en el trabajo.

Me levanto a las 05:00, para dejarle a mi hijo en la casa de mi hermana, para que la lleve al jardín. En el segundo turno trabajo de 14:00 a 21:00 y es más tranquilo venir al local, pero el problema es que en las noches ya no hay buses y me toca tomar taxi. Ellos me cobran USD 5 la carrera, dicen que por la hora. A veces les digo que no y me cobran un poco menos, pero casi nunca.

Yo cojo el taxi en la calle, porque si me pongo a llamar tengo problemas con la alarma del negocio donde trabajo, entonces no puedo esperar a que venga.

En los fines de semana, cuando tengo que salir de la casa o del trabajo, lo más congestionado es la Amazonas. Los domingos, por el ciclopaseo. Los sábados, porque todo el mundo se va como al centro. Con el tráfico uno llega tensionado al trabajo y a veces los jefes reclaman si llegamos tarde, entonces se cambia el día y el buen ánimo. Aquí hay mucha contaminación, eso nos ensucia todo y hay mucha bulla.

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