El filósofo francés André Glucksmann, exmaoísta, arquetipo del "intelectual comprometido" y denunciador de los totalitarismos, falleció la noche del lunes 9 de noviembre de 2015 a los 78 años.
La pretensión siempre demostrada por los totalitarismos de copar hasta el más mínimo espacio de la vida social, política, institucional y cultural de los pueblos culmina convirtiéndose en un rotundo fracaso. No existe experiencia en el orbe que demuestre que esos experimentos hayan tenido éxito. Más tarde o más temprano esas intenciones se derrumban, muchas veces convirtiendo a sus países en verdaderos terrenos asolados.
El espíritu totalitario se resume en la búsqueda del control absoluto. Control sobre lo público y sobre lo privado.
Durante la juventud, yo, como muchos otros, me sentí seducido por el socialismo marxista-leninista, que –se creía- encarnaba los ideales de “justicia social, solidaridad, libertad para los oprimidos y ayuda a los débiles”.