En la historia contemporánea del maquillaje, “el color en los labios era sinónimo de elegancia, pero con el pasar de los años se fueron descubriendo otras texturas”, cuenta la maquilladora guayaquileña Andrea Navarrete. Entonces, dejó de usarse de forma exclusiva el labial cremoso clásico y llegaron los satinados, el ‘gloss’, el mate y el ‘nude’.