No está en ningún calendario cívico, pero cada año se recuerda. Y aunque pasó en 1912, hasta ahora se hacen análisis tecnológicos y casi hasta sociológicos del hundimiento del ‘Titanic’.
Esto último lo digo porque el miércoles pasado escuché por la radio que se conservaban, casi como reliquia, algunos de los telegramas enviados por los pasajeros que hicieron esa fatal travesía. Pero la noticia no solo va por ahí. En México, y casi un siglo después, el sobrino de Manuel R. Uruchurtu reclama que este mexicano sea declarado héroe en su natal Sonora, porque murió al cederle su puesto en el bote salvavidas a una dama inglesa (1). Y aunque a propósito del aniversario 98 del hundimiento fue lanzado en el Reino Unido el libro ‘101 cosas que pensé que sabía sobre el Titanic, pero desconocía’ (2), parece que todavía van a correr muchos ríos de tinta (y se armarán muchas páginas web) en cuanto a este infeliz episodio histórico. Un ejemplo: podrían haber muerto muchas menos de las 1 517 víctimas si, por un lado, la tripulación no se hubiese demorado 47 minutos en pedir auxilio por radio luego del impacto con el bloque de hielo, y, principalmente, si se hubieran instalado los suficientes botes salvavidas en relación con el número total de pasajeros (3). ¡Al parecer, a los fabricantes les parecía que afectaba a la estética de la embarcación!
Lo que yo no sabía era que existía una Fundación Titanic. ¿Para qué? pues según sus postulados para promover actividades que rescaten lo que ellos denominan la memoria histórica del inmenso barco.
En dos años más, seguramente será un acontecimiento mundial la conmemoración, en nueve ciudades del orbe, del centenario del hundimiento del Titanic. En Barcelona, por ejemplo, se llevará a cabo una exposición y un concurso de pintura para niños.
Al ver la película del mismo nombre (la que hizo James Cameron), en verdad que parece un barco enorme. Pero nunca se me había ocurrido compararlo con barcos de la actualidad (4). Yo he visto en persona (aunque solo desde afuera) al Norwegian Dawn, que apenas sobrepasa en 26 metros a la longitud del Titanic (el primero mide 296, el segundo medía 270), y ahí sí que resulta admirable una construcción de esa magnitud en el ya lejano 1912.
Por si le interesa:
(1) www.eluniversal.com.mx/notas/672835
(2) www.telecinco.es/informativos/internacional/noticia/100018637/La+tripulacion+del+Titanic+tardo+45+minutos+en+enviar+la+senal+de+socorro+despues+del+accidente
(3) www.tudiscovery.com/titanic/comparison_ships/index.shtml