Las orquídeas, a diferencia de otras plantas ornamentales requieren de cuidados específicos para crecer. Uno ellos, según la ingeniera agrónoma Alicia Morales, del Jardín Botánico de Quito, consiste en cambiar el sustrato después de cada floración, que por lo regular ocurre cada cuatro u ocho meses. La floración de una planta, en cambio, dura de dos a cuatro meses.