El Sistema Solar, más viejo de lo pensado

Las cronologías sobre los primeros procesos del Sistema Solar se basan en información precisa y fiable de las edades obtenidas con datación radiométrica. Sin embargo, los recientes avances en instrumentación permiten a los científicos realizar mediciones más precisas.

Algunas de ellas revelan discordancias en las edades de las muestras. Los científicos Audrey Bouvier y Meenakshi Wadhwa de la Universidad de Arizona, en Estados Unidos, analizaron el meteorito NWA 2364, y hallaron que dicha edad es mayor que las estimaciones previas en hasta 1,9 millones de años.

Para estimar la edad del Sistema Solar, los científicos deben usar meteoritos, que se formaron durante la condensación temprana de la nebulosa solar.

Bouvier y Wadhwa han conseguido calcular la edad de una inclusión rica en calcio y aluminio (CAI, por sus siglas en inglés), contenida dentro del meteorito denominado NWA 2364.

Se considera que estas inclusiones son los primeros sólidos que se condensaron, a partir del proceso de enfriamiento del disco protoplanetario durante la formación del Sistema Solar.

Los resultados del estudio han determinado la edad del Sistema Solar en 4 568,2 millones de años de edad, o sea entre 0,3 y 1,9 millones de años más que las estimaciones previas.

Esta revisión relativamente pequeña para la edad hoy aceptada es significativa, pues algunos de los eventos más importantes que dieron forma al Sistema Solar se produjeron durante los primeros 10 millones de años de su formación, poco más o menos.

Este ajuste de la edad significa que el Sistema Solar contenía cerca del doble de la cantidad de hierro-60 (un isótopo del hierro de corta vida) que lo determinado previamente.

Esta mayor abundancia inicial de tal isótopo en el Sistema Solar únicamente puede ser explicada por el aporte de una supernova.

Esta supernova y posiblemente otras, pudieron ser un factor decisivo en el proceso que condujo a la formación del Sistema Solar que conocemos ahora.

Suplementos digitales