El primer sínodo de obispos sobre la familia convocado por el papa Francisco se clausuró este sábado con un documento que no logró el consenso de la mayoría sobre los homosexuales y los divorciados. Video: AFP
Conciliar el dogma con el día a día en las parroquias y comunidades católicas del mundo. Ese ha sido el desafío del Sínodo Extraordinario de la Familia que se clausuró ayer en el Vaticano, tras dos semanas de debate entre 253 obispos de los cinco continentes.
El Sínodo de la Familia que se celebra en el Vaticano no logró llegar a un consenso sobre el tratamiento que debe dar la Iglesia a los homosexuales o a los divorciados que se vuelven a casar, según se desprende del documento final presentado hoy en Roma.
Las cartas están echadas. Si el lunes pasado causó clamor en todo el mundo que la Relatio post disceptationem -el borrador escrito luego de los debates de la primera semana del sínodo- escribiera por primera vez negro sobre blanco que "las personas homosexuales tienen dones y cualidades para ofrecer a la comunidad cristiana", todo indica que esta frase, considerada histórica por su apertura, será borrada de un plumazo de la Relatio synodi. Este documento final, de carácter consultivo, será votado mañana, 18 de octubre, por los 191 padres sinodales.
El documento que el Sínodo de los obispos prepara para presentar al papa Francisco sostiene que los gais "deben ser respetados" y plantea además "formas" para que los divorciados puedan recibir la bendición, informó hoy 13 de octubre la Santa Sede.
El ambiente en el interior de algunos templos católicos de la ciudad no varió a comparación de otros días. Pero en Europa, específicamente en El Vaticano, este domingo 5 de octubre inició el Sínodo de la Familia.
El papa Francisco convocó en el Vaticano desde hoy (5 de octubre de 2014) hasta el 19 de octubre un sínodo o asamblea extraordinaria de obispos, para tratar una serie de temas candentes que afectan a la familia del siglo XXI.
El papa Francisco ha convocado en el Vaticano del 5 al 19 de octubre un sínodo o asamblea extraordinaria de obispos para tratar una serie de temas candentes que afectan a la familia del siglo XXI.