Señor Contralor, le cuento que desde comienzos del mes de agosto del año 2017, unas cuatrocientas casas de los sectores uno y cuatro de la populosa ciudadela de Solanda al sur occidente de Quito empezaron a rajarse, asentarse y hundirse y continúan deteriorándose hasta la fecha. Nunca antes había sucedido fenómeno semejante ni siquiera en los sismos de 1987 y de 2016.
Oh primerizos candidatos a la presidencia de la República del Ecuador para el período comprendido entre el 24 de mayo de 2021 y el 24 de mayo de 2025, reciban las felicitaciones de quienes han cumplido los noventa y un años de edad. Los admiramos desde el fondo de nuestras apolilladas entrañas.
Los gobiernos democráticos liberales y burgueses ponen los medios necesarios a que los ciudadanos sean felices. Para ellos, una justicia procesal independiente es un bien primordial digno de mimo y de especial cariño. Los estados socialistas imponen la felicidad a sus ciudadanos, por lo que la justicia procesal debe estar sujeta a la cabeza del Estado, ya que este por naturaleza es bueno y justo. Los estados burgueses son pesimistas; los estados socialistas, optimistas. Sin embargo, en los primeros se ríe mejor, y en los segundos se llora mejor: dos modos de desahogo, vulgar la risa; romántico el llanto.
Es viernes 14 de septiembre de 1990. Son las 15:00. El viento veraniego de Quito sopla con fuerza en el cerro Ungüi donde, a más de 3 000 metros de altura, están las aulas del Instituto de Investigación, Educación y Promoción Popular del Ecuador (Inepe).
Hoy, 19 de febrero, la Academia Ecuatoriana de la Lengua, Correspondiente de la Real Española, celebrará una sesión solemne en homenaje “al ilustre maestro y polígrafo ecuatoriano Don Simón Espinosa Cordero”. Hago mía la ocasión para también honrar a este extraordinario ser humano y querido amigo.
Los intelectuales de izquierda entre 1940 hasta ahora no han prestado mayor atención a las traducciones de clásicos latinos y griegos hechas por el padre Aurelio Espinosa Pólit, jesuita quiteño. Les mareaba el olor a incienso, pero no el olor a sangre.
“¿Cuándo llegará el tiempo en que habrá únicamente seres humanos? Es posible que solo veamos llegar ese dichoso momento en unos pocos lugares. Pero no lo veremos acaecer en todas partes. Pasarán siglos antes de que esto suceda”. Con estas palabras comienza una carta que Beethoven escribió a uno de sus mejores amigos el diplomático Heinrich von Struve que cumplía una misión en San Petersburgo. (Babelia, El País, 13 de diciembre de 2019)
Malcriado es aquel que llama al presidente del Ecuador “Patojo de mierda”; aquella que, semivestida, va a recibir la Santa Eucaristía; aquel que insulta en la cara al papa Francisco: “Cura peronista, populista, banal, vacío”; aquella que se toma una selfi al dar el pésame a una madre atribulada por el suicidio del hijo amado; aquel que eructa cuando pasa la reina de Quito envuelta en perfumes; aquella que, de adrede, se echa un viento sonoro en un minuto de silencio; aquel que se limpia los mocos con la bandera patria; aquella que come con la boca abierta; aquel que se orina en el frontispicio del templo de la Compañía de Jesús. ¡Abusivos!
Un sabio, amigo de la Sabiduría, y, además, polaco, habló en 1999 de “la modernidad líquida: una etapa en la cual todo lo que era sólido se ha licuado, en la que nuestros acuerdos son temporales, pasajeros, válidos hasta nuevo aviso, y en que las redes sociales son una trampa”. (Entrevista de Ricardo de Querol a Zygmunt Bauman en Babelia, El País, 9/12/ 2016). Otro más sabio y más amigo de la Sabiduría que el polaco nos dice con gran frescura que “Para el posmoderno no existe la verdad; (pero) existen las verdades de cada quien, de cada caso, de cada momento.” Y añade que “En lo inmediato existen los demás como cada quien, dentro de cada quien.”(Raúl Corral Quintero en Qué es la posmodernidad, Revista Casa del Tiempo, número 98, Universidad Autónoma Metropolitana, Ciudad de México).
Hace tres mil años, el rey David gobernaba a Judá e Israel. Tres de sus dieciocho hijos protagonizarán la siguiente historia.
Paisaje: Desde el aire en días de cielos azules y soles de fuego, Quito es un paraíso de verdor, una Venus de Milo, una promesa escondida. A Quito le falta un Océano para estar a la altura de Río de Janeiro. Y a Río le faltan los Andes para estar a la altura de Quito. El Pichincha, nuestra montaña mágica, es una austera muralla. A Río le falta eternidad. A Quito, le falta, de urgencia, un gran carnaval. A Quito le falta alegría, le sobra aguardiente.
¿Qué pasará de noche?... No hay mañana / que no tenga el jardín rosas difuntas… / Sobre estas cosas, cariñosa hermana, / por qué, a Nuestro Señor, no le preguntas”. (Fragmento del soneto Elegía de las rosas, 1913, de Remigio Romero y Cordero).
El 11 de julio de 1963, las Fuerzas Armadas tumbaron al presidente Carlos Julio Arosemena. Lo reemplazaron con una junta de militares que se proponían modernizar la estructura del Estado y llevar a cabo reformas socioeconómicas urgentes. Dos años, nueve meses y diecisiete días después, el jefe de Estado Mayor, general Telmo Vargas, cambiaba la Junta por un presidente provisional.
En 586 a.C., Nabucodonosor rey de Babilonia tomó la ciudad de Jerusalén capital del Reino de Judá, incendió el Templo, destruyó el Palacio Real, demolió las murallas, ejecutó a los hijos del rey Sedecías, le sacó los ojos, se lo llevó a Babilonia y con él, a miles de judíos. En este octubre, Quito fue invadida por indios, obreros, nabucos, terroristas, desempleados de aquí, de allá y de más allá.
El matemático Marcos Guerrero (+) afirmaba que el espacio de representación mental del Mediterráneo es abstracto y bidimensional. Su geometría nació de un punto que se desliza. El de América precolombina es concreto y tridimensional. Su geometría surgió del rectángulo de la Cruz del Sur. Pirámides en punta, allá; planas, acá.
Un acierto del señor expresidente Rafael Correa fue la creación de la Universidad Amazónica Ikiam (Selva en lengua shuara). Ubicada a 7 km de Tena, capital de la provincia de Napo, abrió sus puertas en 2014. Busca formar profesionales en conservación y aprovechamiento sostenible de recursos biológicos y pretende llegar a ser referente mundial en investigación de la biodiversidad. Así como cuanto tocaba el rey Midas se convertía en oro, incluso las flores de su jardín, no de otra suerte cuanto toca la mano de Correa se hincha e infecta. En la selva la vida es más sabrosa y la altura de los árboles no deja ver el bosque de incipientes abusos en la Ikiam, los que deben ser talados a tiempo.
El honorable Israel Cruz logró que la Asamblea declarara el 11 de septiembre como Día de la República del Ecuador. El 12 es el Día de los Derechos Sexuales y Reproductivos. Celebremos fechas tan felices asistiendo a un partido de fútbol femenino cuando jueguen Las Ñañas, madrecitas en flor de nuevos ciudadanos, pues todos (¿?) somos ñaños y ñañas cobijados por el tricolor patrio y los siete colores del arcoíris.
Vamos a la Manuela y las Marianitas, la Católica y la Salesiana. Tantos automóviles y buses, tantos estudiantes de todos los sexos, tanta ocupación de las calles. Tanta locura.
El diario británico The Guardian, de buena fama por la seriedad de la información, la tendencia liberal y la independencia ferozmente defendida, publicó un artículo titulado “Las noticias te hacen daño”. En la entradilla o comienzo de una información periodística que resume lo más importante de ella, se leía: “Las noticias hacen daño, llevan al temor y la agresión, estorban la creatividad y la capacidad de pensar en serio. ¿La solución? Dejar de leerlas”.
“Al fin de la batalla/ y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre/ y le dijo:: “¡No mueras, te amo tanto!”/ Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.