“Hay tres cosas que me sobrepasan, / y una cuarta que no logro entender: / El camino del águila en el cielo, / el camino de la serpiente sobre la roca, / el camino del barco en alta mar, / el camino del hombre por la mujer.” (Proverbios 30: 18-19 en Biblia de América). Hay dos cosas que me sobrepasan y una tercera que no logro entender: El camino de un juez por los abismos, / el camino de la Corte Constitucional (CC) sobre el hambre de la gente / y el camino de la casación del arroz verde alrededor de la posibilidad de que tres suplentes sean superiores a siete titulares.
Refrito con ajo y con sobornos, el caso arroz verde está guardado en una refrigeradora marca Casación. Tres cocineros decidirán si el arroz huele a ajo o a caca. Si a ajo, resucitó la Justicia ecuatoriana, los verdes irán a la cárcel y los conjueces pasarán a la historia. Si a caca, murió la Justicia ecuatoriana, los barrabases seguirán haciendo de las suyas y los conjueces irán a Miami a darse la buena vida junto a Carlitos Pólit, el mayor cacófago de la biología ecuatoriana.
Agustín García Banderas habría cumplido 82 de edad ayer 16 de agosto entre rosas blancas y amigos a la mesa; pero este 4 de marzo, la Muerte, con un manojo de violetas negras, llamó a la puerta de la casa en las faldas del Pichincha cinco días antes de que la pandemia apagara las luces del puerto en Guayaquil. Con Agustín murió la Dignidad y su familia la está velando.
Antonio Machado escribió “Hora de mi corazón: / la hora de una esperanza / y una desesperación.”
Hace 210 años, tropas de Lima y Bogotá acantonadas en Quito reprimieron un asalto de los patriotas al Cuartel Real de Lima y mataron al uno por ciento de los vecinos de la ciudad. Hace 86 años, Hitler estableció un Tribunal del Pueblo para casos de importancia política que condenó a 10 980 personas a prisión, impuso la pena de muerte a 5.179 más condenados por alta traición, y unos mil fueron absueltos. Hace nueve años, el señor presidente Rafael Correa asaltó a la Función Judicial, rompiendo así la división tripartita del poder, base estructural de la República y del Estado de Derecho. El 11 de enero de 2011 murió la República del Ecuador. Las campanas de los templos del país nunca doblaron por muerta tan ilustre.
¡Hola, Constitución de 2008, eres una cena golosa! “La ensalada y salpicón, / hizo fin; ¿qué viene ahora? / La morcilla. ¡Oh, gran señora, / digna de veneración! / ¡Qué oronda viene y qué bella! / ¡Qué través y enjundias tiene! / Paréceme, Liz, que viene / para que demos en ella. / ¡Cómo la traidora pica! / ¡Tal debe tener especias! / ¡Qué oronda está de piñones! / Morcilla de cortesanos / y asada por esas manos, / hechas a cebar lechones.” (Baltasar del Alcázar -1530-1606).
Rosita, anteayer tuve tres pesadillas: una, a medianoche, sobre un ataque a la Corte Constitucional; otra, a la madrugada, por la quiebra del IESS; y a las seis de la mañana, me desperté gritando ¡No me entierren vivo! Querida bisnieta, ven a calmar mis miedos; pero ¿cómo vas a venir desde Bristol a este Ecuador convertido en nido de ratas? ¡Ay!, Rosita, reza por mí que tan solo me voy quedando.
“Una voz / una coz / en el alma” cantó el poeta Efraín Jara Idrovo al recibir la noticia de la muerte de un amigo, de un amigazo. Una coz en el alma sentiría el presidente Lenin Moreno al denunciar la procaz viveza de aquellos ladrones que haciéndose pasar por discapacitados, gracias a un carné comprado con alevosía, importan automóviles de lujo. ¡Miserables! Hay un doce por ciento de personas con discapacidad en Ecuador. ¿Cuántos de estos tendrán el famoso carné? Y si lo tienen, habrá un buen porcentaje de cojos y paralíticos sin dinero para comprarse una silla de ruedas que alivie “día a día / la sequedad de huesos / del desierto” de sus vidas.
Un sobrino mío, intérprete de Naciones Unidas en Kenia, África Oriental, me llamó para pedir que avisara a Germán Rodas, coordinador de la Comisión Nacional Anticorrupción (CNAC) que Galo Cevallos, segunda autoridad de la Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones (Arcotel) tenía urgencia de hablarle. Cevallos no daba con Rodas. Cevallos es padre de la compañera de mi sobrino. Cumplido el encargo, Cevallos informó a Rodas que Arcotel prepara un proceso de adjudicación de frecuencia modulada; que el 2 de julio, ante notario, se constatará lo entregado a dicho concurso; que el primer objetivo del proceso es fomentar la libertad de expresión como fundamento de la Democracia. Por esto, solicitaba a la CNAC avalar tal proceso. Rodas consultó con los suyos. La decisión fue abstenerse, pues se sienten legos en materia tan compleja. Bien por Xavier Aguirre y Galo Cevallos, cabeza y ojos de Arcotel, pues basta comparar concursos anulados con el concurso actual.
Día del Padre, Día de la Tierra Paterna, Día del Ecuador. “Pueblo mío, que estás en la colina, / tendido como un viejo que se muere. / La pena, el abandono son tu triste compañía. / Pueblo mío, me voy sin alegría”. / ¿Qué será, qué será, qué será? /
La Restauración fue una respuesta nacional contra el horror de Ignacio de Veintenilla. Este personaje quiteño, emparentado con las poderosas familias de los Ascázubi y Villacís, gobernó desde el 8 de septiembre de1876 hasta el 10 de enero de 1883. Ejerció el poder, sucesivamente, como jefe Supremo, presidente Constitucional y jefe Supremo. La primera dama principal fue Marieta, su sobrina, conocida como “La generalita”.
Los riñones son órganos vitales para la limpieza, el equilibrio químico de la sangre y la producción de hormonas. La Controlaría tiene una función similar en el cuerpo de la democracia. Hemos entrevistado a un experto, don Mario Gustavo Andrade Trujillo, hombretón muy parecido a Richard Gere en el papel de Lancelot, filme usaíta de 1995, y auditor público en varios países. Un verdadero caballero de la Mesa Redonda de la pulcritud. El nuevo Ecuador pos pandemia, pos leucemia financiera, pos hambre canina debe contar con instituciones honorables.
Trinaremos dos tristes trinos y uno alegre desde el árbol de la última semana: uno, el exceso de derechos lleva a la anarquía; dos, la avaricia lleva a la mezquindad y a tonterías más grandes que un Airbus A-380 con capacidad para 853 pasajeros; tres, el alegre trino de Santa Mariana de Jesús Paredes y Flores, del alcalde de Quito, del ministro de Salud, de los posgradistas y las santas de las últimas trincheras.
Una periodista estadounidense graduada de The City University of New York vivió un año y medio en nuestra patria. En una columna de 4.257 caracteres con espacios, da cuenta de cómo nos ve. Aun resumida a los 2.947 caracteres del espacio que nos dan, conservará su medicinal efecto, porque para crear un Nuevo Ecuador debemos partir de lo que vemos y de cómo nos ven desde fuera.
“No hay mal que por bien no venga” dice el refrán popular. El Diccionario de la Lengua Española de la Academia de Madrid afirma que refrán es un dicho agudo y sentencioso de uso común.
El 3 de abril de 2020, escribí este tuit / trino: “Obstáculos en las aduanas para ingresar insumos médicos que salvan vidas en esta crisis”, denuncia el ministro de Salud. Y añadí: “Necesitamos un decreto ejecutivo de urgencia para apresar, guardadas formas rápidas, a quienes juegan con la salud”. El 5 de abril, me llamó, con rara cortesía, doña María Isabel Vélez, subdirectora de Apoyo Regional del Servicio Nacional de Aduana del Ecuador en Quito, a nombre de la señora María Isabel Muñoz, directora General de Aduanas, en Guayaquil, para informarme sobre el nuevo rostro y la mística de Aduanas del Ecuador.
Jaime Roldós y Osvaldo Hurtado noquearon a la derecha del “insolente recadero de la oligarquía”, el ingeniero mecánico León Febres Cordero, que había amenazado hacer la guerra si triunfaba dicho binomio. Roldós y Hurtado gobernaron entre el 10 de agosto de 1979 y el diez de agosto de 1984: Roldós, hasta su muerte ocurrida el 24 de mayo de 1981; y Hurtado, el resto del periodo.
Hoy es Domingo de Ramos, primer día de Semana Santa. ¿Qué corona tiene el coronavirus para enmudecer los templos cristianos del mundo, apagar el fulgor de la liturgia católico-romana y darnos un domingo sin asno, sin Jesús entrando a Jerusalén, sin fieles ni ramos de palma? Ojalá que la Santa Sede pasara por televisión los ritos de la pasión, muerte y resurrección del Señor para consuelo de católicos practicantes y para dar esperanza a quienes se hallen descorazonados en este negro abril de Danza de la Muerte.
¡Hola, coronavirus! No te metas con nosotros los viejos de noventa para arriba porque no queremos que busques en nuestros cuerpos una célula donde vivir, para luego, mal ladrón, secuestrarla y fusionar tu membrana grasosa con nuestras membranas arrugadas y así, solapadamente, inyectarnos tu ácido ribonucleico. No queremos estas arideces, sino beber un buen trago y que nos abrace una mujer amada –soy un viejo machista-, bienvenida si es gordita y nos inyecte dulzuras sexy-afectivo-nucleicas. No queremos que hagas con nuestra célula violada millones de copy paste clonadas para invadir nuestro sistema respiratorio, nuestros pulmones ya gastados de tanto darle fuelle al corazón. No queremos morirnos así en manada. Añoramos una muerte normal más tranquila y que nuestro ángel de la Guarda sea un opioide para irnos en paz para siempre jamás, amén, aleluya. Santa Eutanasia, ruega por los viejos. Y “gracias a la vida que nos ha dado tanto”.
Capricho significa la determinación que se toma arbitrariamente, inspirada por un antojo, por humor o por deleite en lo extravagante y original. (Diccionario de la Lengua Española, Real Academia).