Han transcurrido 11 años desde que en la Constitución de Montecristi se estableció la silla vacía como mecanismo de participación ciudadana. En la práctica, los datos muestran que la mayoría de los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) no lo utilizan.
En el 2018, 206 Gobierno Autónomos Descentralizados (GAD’s), entre prefecturas, alcaldías y juntas parroquiales implementaron la silla vacía en sus instancias de decisión. Esos son los datos con los que cuenta el Consejo de Participación Ciudadana (Cpccs) que recepta las rendiciones de cuentas de esos niveles de gobierno.
El 7 de septiembre del 2017, Marcelo Espinel no disponía de una silla para sentarse en el Concejo Metropolitano de Quito. Esa fue la primera vez que un ciudadano usaba el recurso de la silla vacía. El mecanismo le permitió tener voz y voto en la elaboración de una Ordenanza en el Municipio.
La silla vacía brinda la posibilidad de participar activamente en las decisiones que se toman en el Consejo del Municipio de Quito a las personas de la sociedad civil. Marcelo Espinel de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo explica en qué consiste y cómo se implementó la silla vacía en el Municipio de la capital.
Desde este mes (septiembre del 2017), la ciudadanía cuenta con una nueva herramienta para acceder a espacios de participación dentro del Municipio de Quito.
La silla vacía del Municipio de Quito aún no ha sido estrenada. A un año de que se aprobó esta normativa, que permite a los ciudadanos participar en la toma de decisiones relacionadas con la ciudad, esta figura aún no ha sido aplicada en las sesiones del Concejo.
Usted quiere que ese espacio abandonado de su barrio se convierta en un rincón ecológico o, quizás, tiene una propuesta para el control de mascotas. A lo mejor sus vecinos quieren que una calle lleve el nombre de algún personaje o necesitan que se cree una ruta de transporte estudiantil público. Para exponer estos y otros temas, en el Concejo ya existe en Quito la Silla Vacía.