Salir de compras es un plan que requiere tiempo y planificación. Sin embargo, las sorpresas y los arrebatos comerciales suelen aparecer en cada salida y hasta pueden condicionar la aventura: visitar un centro comercial o caminar largas horas por un shopping requiere afrontar una serie de muchos imprevistos no planificados.
El presidente estadounidense, Barack Obama, se detuvo hoy, 11 de marzo, en una tienda de ropa en Nueva York para comprar unas prendas de regalo a su esposa, Michelle, y sus hijas, Malia y Sasha. Obama, quien viajó a Nueva York para participar en dos eventos de recaudación de fondos para el Partido Demócrata de cara a las elecciones legislativas de noviembre, eligió una tienda de la cadena Gap situada en pleno corazón de Manhattan, entre la calle 42 y la Tercera Avenida. En su último discurso sobre el Estado de la Unión, uno de los temas destacados fue la necesidad de subir el salario mínimo en Estados Unidos, y hoy Obama citó a esa cadena por su esfuerzo para mejorar los sueldos de los trabajadores de las escalas más básicas. La presencia del mandatario fue toda una sorpresa para los empleados de la tienda, que en ese momento se encontraba casi vacía. Obama se dirigió a una empleada, identificada después como Susan Panariello por los periodistas que acompañaban al presidente, a la que
La ropa habla de usted, de su ambiente, de sus expectativas y hasta de cómo ve al mundo. Así lo evidenció Martha Cálad, directora del Laboratorio de Moda y Económico de Inexmoda, en el Pabellón del Conocimiento de Colombiatex-UPB, donde habló de los cinco consumidores más representativos del mercado.
Salir de compras es una actividad que a muchas personas relaja y de la cual disfrutan, sin embargo existen dentro del género masculino, especialmente, quienes detestan ir de “shopping” y peor aún si se trata de acompañar a su novia, hermana, prima, amiga, esposa.