Rita Loreto, una de las fundadoras del Seseribó, con el cuadro del artista Ramiro Jácome, el primero de una gran selección de obras plásticas.
Con la actriz Juana Guarderas, los diálogos son como una fiesta. Es veloz en el habla, creativa, llena de humor y reflexiva. La parranda de otros tiempos, sobre todo en la emblemática salsoteca quiteña Seseribó, ahora extinta, se toma de lleno la charla porque la ciudad ha cambiado, la edad no es una broma y la pandemia ha sido definitivamente un corta mambos.