Un centenar de elefantes murieron entre septiembre y octubre del 2019 en el Parque Nacional de Chobe (norte), el más grande Botsuana, víctima de los efectos de la sequía que azota al África austral. Así lo anunciaron este martes 22 de octubre autoridades locales.
Estas células nerviosas serían un producto de la evolución. Buscan estimular a los seres vivos a aventurarse en ambientes de riesgo con el fin de que encuentren alimentos para subsistir.