El francés logro una victoria a pesar de las duras condiciones del terreno. Fotos: Agencias AFP y EFE
El camino para que el actual soberano del Campeonato Mundial de Rally (WRC, por sus siglas en inglés), Sébastien Ogier (del equipo Volkswagen), revalide su título parece sólido.
Con una presentación magistral, el francés sumó su quinta victoria del año, la número 29 en su carrera profesional, en Polonia, el pasado fin de semana. Con este resultado se afianzó en el primer lugar de la tabla general de posiciones, por delante de Andreas Mikkelsen (Volkswagen), con 161 puntos.
Además, Ogier logró la puntuación máxima posible (28) gracias a su victoria en la Power Stage (especial 19). Este detalle, sumado a que debió partir primero desde la séptima especial, hicieron de la pasada semana uno de los momentos más felices del piloto en su trayectoria. “Este año estoy obteniendo grandes victorias, pero esta siempre es especial. Durante el 90% del rally estuve concentrado y me llevé los 28 puntos, una forma perfecta de comenzar las vacaciones”, dijo emocionado Ogier.
La jornada se inició el pasado viernes con Sébastien totalmente inspirado, pues logró una ventaja de 11,9 segundos sobre su compañero de equipo, Mikkelsen. Esto ocurrió tras casi 300 kilómetros cronometrados con temperaturas muy altas en el noreste de Polonia.
Los pilotos que se adueñaron de los tres primeros lugares se mostraron muy felices en Polonia.
El sábado no fue tan fácil para el francés, ya que sus rivales lo apretaron con mucha velocidad. Ott Tanak (Ford), por ejemplo, sumó victorias en la tercera, cuarta y quinta especiales con mucho ímpetu. Estos resultados lo colocaron provisionalmente como líder del rally, antes de que Ogier recuperara el liderato en la séptima especial y mantuviera una ventaja definitiva respecto a sus seguidores.
El domingo, con tan solo 30 kilómetros por recorrer, Ogier se perfilaba como el gran vencedor de la fecha, con un Mikkelsen que prefirió no asumir riesgos para tratar de alcanzarlo. “Sébastien tiene una gran confianza en sí mismo y no comete errores. Es impresionante”, reconoció el noruego.
Por su parte, Jari-Matti Latvala (Volkswagen) pudo haber cerrado el podio con una presencia total del equipo germano, pero tuvo un accidente en el último tramo.
El auto del finlandés sufrió un golpe muy fuerte a la salida de una curva mientras luchaba por la tercera plaza. Al final, su error le costó mucho pues le impusieron una sanción de 40 segundos que terminó por relegarlo al quinto puesto.
Todo esto ocurrió mientras que el ídolo local, el expiloto de Fórmula 1 Robert Kubica, finalizó en octava posición con su Ford Fiesta, a más de dos minutos del vencedor.