El club Sandino, de la provincia de Manabí, se dio a conocer a través de la polémica que se generó a inicio del año, cuando su presidente, Kirie Bravo solicitó medidas cautelares al juzgado competente, lo que generó un retraso en la reelección de Luis Chiriboga como presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF).