San Sebastián. DPA
Llegó a San Sebastián precedido por un éxito de taquilla en Argentina, y el cineasta Juan José Campanella ha conseguido meterse en el bolsillo a la crítica. La mezcla de emoción, comedia e intriga de ‘El secreto de sus ojos’ recibió felicitaciones y pisa fuerte en la carrera por la Concha de Oro.
Con ‘El secreto de sus ojos’, basada en la novela de Eduardo Sacheri, el director se desmarca de cintas anteriores para entrar al cine negro y narrar la historia de una pasión, envuelta en un crimen sin resolver que está en la memoria del protagonista por 25 años.
Y este no podía ser otro que su actor fetiche Ricardo Darín, quien además hace doblete en el certamen con ‘El baile de la victoria’, de Fernando Trueba. “Juan y yo tenemos recorrido mucho camino juntos y es muy generoso conmigo”, dijo Darín a la prensa.
Desde que Campanella le entregó el guión de ‘El mismo amor, la misma lluvia’, donde también actuó junto a la protagonista de ‘El secreto de sus ojos’, Soledad Villamil y le dijo “escribimos esto pensando en ti”, sintió que le “hacían un regalo”. A ese siguieron ‘El hijo de la novia” y ‘Luna de Avellaneda’. “Él es quien maneja mi carrera de alguna manera”, añadió.
La cinta va de los setenta al hoy, con recuerdos de un jubilado que solo puede mirar atrás “para moverse hacia delante”, dijo Campanella. “Hasta que no cierran bien las heridas, no se puede seguir”. Porque aunque se intente, “el pasado no muere, no termina de ser sepultado”, dijo Villamil.
Y en esa búsqueda, los ojos se vuelven llaves que abrirán cerraduras, pues “todos los personajes guardan un secreto”. Campanella quiso rodar dos películas, “una con el diálogo y otra con los ojos”, porque ahí radica “la principal diferencia entre el cine y las demás artes interpretativas, en la posibilidad del primer plano”.
Pero además, la cinta combina suspenso con humor, como el de Ricardo Darín al contestar sobre sus dos “yo”. “Me gusta tanto más la parte de la película en que estoy más viejo, que he decidido envejecer. Ahora voy a ser viejo”.
Campanella no supo o no quiso revelar qué “secreto” guarda para entusiasmar a público y crítica. “En el cine no existe la felicidad, solo el alivio”, señaló. Pero tras la acogida de ayer, seguro que puede sentirse algo más que aliviado.