El personero del diario El Universo, señor Carlos Pérez Barriga, sentenciado ya por la Corte Nacional de Justicia a tres años de prisión, solicitó asilo en la Embajada de Panamá; y el Presidente de ese país señor Ricardo Martinelli anunció que se lo concedía.
Los Estados conceden asilo a un extranjero perseguido cuando consideran que su acto es infracción política. En los tratados internacionales americanos, el que califica si la infracción por la que un ciudadano extranjero sentenciado ha cometido infracción política, es el que da el asilo, en este caso Panamá.
En 1950, como un ejemplo, el líder político Raúl Haya de la Torre pidió asilo en la Embajada de Colombia, en Lima; y el Gobierno colombiano le concedió.
Sobre esta materia, que Perú discutió, hay un precedente que ilustra el tema. Se trata de la nota del Canciller de aquella época, diplomático de carrera Dr. Neptalí Ponce Miranda, del gabinete del presidente Galo Plaza Lasso. En nota de 25 de abril de 1950, entre otras cosas expresó: Señor Presidente de la Corte Internacional de Justicia de La Haya. En lo relativo a la primera cuestión planteada (el asilo) por el Gobierno de Colombia, el Ecuador considera que el art. 18 del Acuerdo Bolivariano de 18 de julio de 1911 y el art. 2 de la Convención sobre Asilo, de 20 de febrero de 1928, instrumentos ambos vigentes para el Ecuador, deben interpretarse en el sentido de que corresponde al país que concede el asilo la calificación de la naturaleza del delito. Continúa: El Gobierno ecuatoriano funda su criterio en la naturaleza misma del asilo: esta institución quedaría desvirtuada si se concede al Gobierno local la facultad de calificar el carácter del delito, volviéndose inoperantes los convenios internacionales sobre la materia.
El Gobierno peruano, finalmente dio el salvoconducto a Raúl Haya de la Torre, alto dirigente político perseguido por la justicia de su país. En nuestro Ecuador, entonces con gente de buen humor y dotada de alegría, muchos celebraron el triunfo de la tesis; y en una sesión de alto organismo del que era vocal un destacado hombre público que no podía pronunciar claramente la palabra haya y decía “haiga”, en plena sesión hizo uso de la palabra y manifestó: Señor Presidente, celebremos con satisfacción que el Gobierno peruano “haiga” concedido el salvoconducto al líder Raúl “Haiga” de la Torre.
En ese episodio intervino la Unión Nacional de Periodistas del Ecuador, cuyo Presidente envió también una exposición utilizando el texto de los tratados sobre asilo.
Más recientemente, la calificación del acto como político por el Estado que concede el asilo, se dio por parte de Costa Rica que lo otorgó al ex vicepresidente Alberto Dahik; y el mismo Gobierno de Panamá, cuando concedió asilo al ex presidente Abdalá Bucaram. ¡Ojalá algunos “haigan” escuchado!