Tanto es así que desde que se confirmó el triunfo de Guillermo Lasso he podido dormir sin sobresaltos, sin sudores fríos. La dolarización no sufrirá menoscabo y mi país no se sumará a la desventura que se vive en Venezuela, Cuba o Argentina.
Como todos los días leo EL COMERCIO, me entero de que se ha producido un entendimiento entre Lasso y Nebot. Llegarán a la segunda vuelta.
Redoble de campanas. Con fuerza, con sentimiento, como para que sus vibraciones lleguen a Lima, pasando por Cajamarca: ha fallecido el 11 del presente nuestro amigo fraterno Roger Guerra-García Cueva.
Comenzaré felicitándole a Alexandra Kennedy-Troya, articulista de opinión de este Diario, por exigir transparencia y diálogo en las decisiones que se están tomando en el Ministerio de Cultura en cuanto al Museo Nacional, la Biblioteca Nacional Eugenio Espejo y el destino que se le piensa dar al edificio de la Unasur.
No cabe pontificar en un artículo de opinión. Lo que si procede es reaccionar con fuerza ante la realidad puesta de manifiesto con la pandemia que nos abruma. Somos un país al borde del colapso, sin defensa de los más afectados por el virus, en el plan de cubrir necesidades perentorias con préstamos que van sumando.
En el Perú 5 expresidentes fueron encausados penalmente y se ordenó su prisión, preventiva desde luego. Uno de ellos se suicidó. Sabía lo que le esperaba, creo yo. Y creo también que tal determinación significaba que los jueces que llevaban el caso se habían parado en firme y habían resistido toda suerte de presiones y amenazas. Debo estar en lo cierto: un expresidente no se suicida por la vergüenza de ser encausado, si se sabe inocente.
Redoble de tambores: ha fallecido un hombre bueno que sirvió al prójimo sin darse tregua, el Dr. Marcelo Moreano Dávila, cardiólogo. Fuimos condiscípulos en el 4to Curso, en el Colegio San Gabriel, y durante los primeros cuatro años de Medicina en la Universidad Central del Ecuador (UCE). Me gradué en Madrid, ello no obstante me consideré, me consideraron, formando parte de la Promoción del 55, de muy distinguida trayectoria. Le conocí al Dr. Moreano desde siempre: buen estudiante, amable, sereno, pero eso sí capaz de romper lanzas ante una injusticia.
Como en pocas ocasiones, en este flagelo que hoy padecemos, puede asegurarse que en todos los órdenes nuestro país es el resultado de la gestión pública de pinganillas que llegaron al poder haciendo buenos diagnósticos pero eso sí incapaces de solucionar los problemas. De acuerdo al número de habitantes la mortalidad en Ecuador es de las más severas del mundo. Razón de más para que ahora sí nos pongamos en el plan de aunar esfuerzos, todos a una, con el fin de evitar que nuestro barquito se hunda.
Infiltrados o no, me sorprendió que en la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), existiera un grupo autocalificado de ‘mariateguistas’. Juan Carlos Mariátegui nació y murió en Lima (1895-1930). Sus “7 Ensayos de interpretación de la realidad peruana”, concitó la atención de los indigenistas de la región andina. La revista “Amauta” que fundó era leída como agua para la sed por quienes se resistían a los dogmas marxistas-leninistas, esas ‘verdades científicas’ que no admitían dudas y a toda una estructura ideológica se la veía ajena y alejada del proceso histórico que se había dado en lo que fue el Imperio de los Incas. Aquel proceso requería de una interpretación que no fuera, desde luego, la de los historiadores tradicionales. Los ensayos de Mariátegui fueron tanto más impactantes si se considera que en Italia se había afiliado al Partido Comunista.
No debería sorprenderle a nadie que el posible candidato demócrata a la Presidencia de los EE.UU., Bernie Sanders, se defina de socialista democrático. Son millones de socialistas en el mundo los que luego de la caída del Muro de Berlín optaron por lo que también se denomina Democracia Liberal. El socialismo con libertad. El socialismo amparado en la Ley y las razones imbatibles de la justicia social, que se pone en el plan de moderar la codicia de las transnacionales. El sabido lector de mis artículos recordará que mi personaje del siglo XXI fue el expresidente de los EE.UU. Barak Obama, socialdemócrata.
Es la historia de Guangaje, provincia del Cotopaxi, comunidad indígena que ama la libertad desde que se tiene memoria. Desconocida por los más. Periodistas acuciosos se refieren a Guangaje como una de las poblaciones más pobres de la Sierra, espacio en la que los habitantes ‘conviven con la neblina’. De Latacunga se llega a Guangaje pasando por Zumbahua.
Todos los años, desde el primero de la Era Cristiana, buena parte de la humanidad recuerda que ese 24 de diciembre nació en Nazaret de Galilea (en el actual Estado de Israel), un niñito al que sus padres pusieron el nombre de Jesús (el niñito Jesusito de mi pueblo). Ya de adulto se le vio predicando el amor al prójimo, el perdón de los pecados y la vida eterna. Se le fue conociendo como ‘el Cristo’, el Profeta, se le atribuían portentos y prodigios. Fue quien, látigo en mano, arrojó del Templo a fariseos y mercaderes. Le seguían multitudes. Era el Mesías prometido, el que vendría, por fin, a liberar a su pueblo de tanta servidumbre y vasallaje. Concitó la ira de la poderosa clase sacerdotal judía. El Cónsul romano de Jerusalén se vio obligado a decretar la pena de muerte a Jesús, el Rabí de Galilea. Murió crucificado. En su agonía estuvo acompañado por María, su madre; el apóstol Santiago y por María Magdalena a la que en su famoso cuadro “La última cena”, Leonardo da Vinci la colocó a
En la tertulia de lectores que mantenemos desde hace más de 10 años, pocos son los libros que se ofertan y cuyo contenido, resumido, no despierte el interés de los participantes. Yo tengo mis preferencias si bien es cierto que algunas van volviéndose arcaicas. Tal el caso de la Guerra Civil Española. En la última reunión, ante la indiferencia de los demás, elegí “El cielo prometido” (la historia de la familia Mercader) de Gregorio Luri (Ed. Ariel-Planeta, 2016). La madre, Caridad Mercader, personaje antipático, comunista de la línea dura, stalinista. Uno de sus hijos, Ramón Mercader el asesino de Trotsky, por orden de Stalin, en prisión mexicana durante 20 años. Héroe de la Unión Soviética, el que según Leonardo Padura amaba los perros y en La Habana falleció de muerte natural. Caridad y Ramón, personajes que ocuparon un sitio destacadísimo en el santoral del comunismo, el marxista-leninista-stalinista.
Qué pena que no supieran escribir”, fue la opinión del ilustre Daniel Carrión, de ascendencia lojana, cuando al estudiar la verruga peruana, azote de siglos, la fiebre de Oroya, se encontró con que contaba tan solo con cerámicas prehispánicas portadoras de verrugas como único testimonio de su antigüedad. En pacientes venidos a Lima desde Cerro de Pasco, observa y anota la sintomatología. Le quedan vacíos. La incubación. En palabras de Carrión: “este período difícil de marcar, será resuelto cuando la práctica de la inoculaciones se extienda a la dolencia que nos ocupa”. Carrión se hace inocular líquido sanguinolento de raspado de una verruga. Va anotando en su diario síntomas y signos desde la incubación hasta poco antes de su muerte. Daniel Carrión ha pasado a la inmortalidad. Sabía escribir. El texto que dejó, sin modificación alguna, es el conocido por los médicos del mundo entero.
He sido de los primeros entre los sorprendidos del método de gobernar de Lenín Moreno. Para todo, economía incluida, la convocatoria a dialogar. Dialogar y dialogar. Daba la impresión que se había descubierto la piedra filosofal para gobernar un país desvertebrado “de finanzas públicas débilmente sostenibles”. Como que a los gobernantes ecuatorianos anteriores a Lenín Moreno o les había faltado un aminoácido esencial en su alimentación o por esos destinos crueles carecían del gen llamado a comprender las causas que a una sociedad le mantienen en conflicto permanente. Dialogar, eh ahí el aminoácido del que carecíamos: dialogar, eh ahí, el gen que lo teníamos atrofiado.
Al presente nadie pone en duda que el país que cayó tan bajo, al que los europeos le dividieron en zonas de influencia, explotación y consumo de opio, fundada la República Popular China en 1949, hoy, en apenas 70 años, se presenta al mundo con los indicadores que definen el desarrollo sostenible. Fui testigo de los portentos que se estaban produciendo.
El jueves 29 de este mes, en una Sesión Solemne se conmemorará el 150 aniversario de la fundación de la Escuela Politécnica Nacional. Hecho portentoso en uno de los últimos rincones del mundo occidental. El fundador, don Gabriel García Moreno, presidente de la República, quien había estudiado en la Escuela Politécnica de París y había llegado a la conclusión de que ningún país tendría futuro si no dominaba las ciencias básicas, usaba las modernas tecnologías y emprendía investigaciones científicas aplicadas. Tal empresa requería de buenos maestros. Don Gabriel contó con la participación de un calificado grupo de jesuitas, de entre aquellos que habían sido expulsados de Alemania. Un triunfo de la civilización sobre la barbarie, eso fue la fundación de la EPN. Los bárbaros la cerraron. Fue un Presidente ilustrado, el doctor Velasco Ibarra, quien la reabrió en 1935. Con los dos primeros rectores, Pedro Pinto y Jaime Chávez Ramírez, se consolida la vocación científica de la Politécnica. De
En este mes de agosto, aquel de las soñadas vacaciones de antaño, para superar el tedio, fatigado de que la política me amargue la sopa, he resuelto soñar. “Soñemos, alma, soñemos”. Con estas palabras se ponía a escribir sus ‘Episodios Nacionales’ Don Benito Pérez Galdós. La historia novelada de España, desde Trafalgar en adelante. Se ha dicho no sin razón que a tal género literario, cuando hay cultores de la talla de Pérez Galdós o Henry Troyat, se le debe una aproximación más humana y más cierta de los hechos históricos. En la historiografía ecuatoriana no he dado con una historia novelada o una novela histórica que me haya conducido a iluminar hechos que a mi juicio carecían de sustento, pese a que constaban en los Textos de Historia. Uno de ellos, la etapa prehispánica del Austro ecuatoriano. Menos mal que aparecieron los estudios luminosos de Juan Cordero Iñiguez. ¿Soñemos? El Inca Tupac Yupanqui, Señor del Tahuantinsuyo, llegó en sus conquistas hasta Tomebamba, centro de la nació
El tiempo no me da para más. Este artículo va dirigido a los miembros de la Asamblea Nacional. La próxima semana concluirá el debate sobre el texto final del Código Orgánico de Salud. A nuestro juicio (organismos internacionales y comunidad científica en la que me incluyo), nada más importante en salud pública y como política de Estado que la obligatoriedad de yodar la sal de consumo humano, dados los efectos devastadores de los desórdenes por deficiencia de yodo (DDY): bocio, cretinismo, retardo mental endémico, hipotiroidismo neonatal, etc. con prevalencias anonadantes. No se conoce de comunidad humana que haya salido del subdesarrollo con tales flagelos. Son los desheredados de la tierra.
Todos los Ministerios tienen ya su titular menos el de Salud Pública (MSP). Caben explicaciones. El poco interés que el Gobierno tiene por la salud de los ecuatorianos: no es una prioridad. Las ‘mesas de dialogo’, o los conciliábulos no han llegado a determinar el ‘perfil’ del nuevo ministro. Si en alguien se pensó, éste no estuvo de acuerdo con lo que se le exigía. De final de cuentas: una Ministra encargada, cuyos antecedentes, según se sabe por los medios de comunicación, no dan para mayor optimismo, por el contrario despiertan temores dadas sus vinculaciones con elementos cuestionados por la opinión pública. Vamos de mal en peor.