Las continuas lluvias, la deforestación de las laderas para usarlas como sembríos, la presencia del fenómeno El Niño, la construcción de camaroneras y las mareas son, entre otras, las principales causas de la presencia de sedimentos en el río Guayas.
A muchos transeúntes que caminaban por el Malecón 2000, centro de Guayaquil, les llamó la atención el hecho de ver como ingresaba agua a las calles anegando ciertos puntos de la vía.
A inicios de diciembre, un informe preliminar reveló el aumento considerable de la sedimentación del río Guayas.
El sedimento que se extraiga del estuario del río Guayas a través del dragado será colocado sobre el islote El Palmar dentro de unos tubos que evitará que el material vuelva al afluente.
En los próximo días, dos dragas extraerán el sedimento y lo ubicarán sobre el islote.
En la novela ‘Río de sombras’ (Alfaguara, 2003), de Jorge Velasco Mackenzie, el río Guayas no tiene nada de manso. Se desborda de una manera tan atroz que convierte a Guayaquil en una gigantesca piscina tipo Venecia.
Artistas plásticos, escritores y músicos, han retratado en sus obras al río símbolo de Guayaquil. Por ejemplo, los artistas plásticos Ildefonso Franco, Gabriela Cabrera, Graciela Guerrero y Jimmy Mendoza han pensando en el río como un lienzo para construir sus críticas sociales. En el 2006, Cabrera y Guerrero emplearon los lechuguines (plantas acuáticas) para darles forma de espiral. De esta manera, simbolizaron el cambio que ha experimentado Guayaquil, en las últimas dos décadas, con la regeneración urbana.